Tu me salvaste (BNHA)

Capitulo 36: Campamento

Si había algo que odiaba en este mundo era levantarme temprano en vacaciones, pero tomando en cuenta que mi vida dejo de ser normal hace 6 meses, ahora estaba terminando de arreglar mis maletas para irme hacia mi campamento de entrenamiento.

Tuvimos que llegar a las 6 de la mañana a la escuela, en donde ya nos esperaba el camión que nos llevaría al bosque, a pesar de llevar mi café para despertar, mi cansancio era mayor y me la pasaba bostezando todo el tiempo. 

Estaba recargada en el hombro de Denki dormitando cuando la horrible voz de mis pesadillas me hizo despertar de golpe y mando mi humor a la chingada. Decidí hacer oídos sordos y mejor me puse a revisar mi teléfono no iba a dejar que el espejito Monoma me arruinara el campamento.

Subimos al autobús y pese a que Iida tratará de organizarnos todos subimos en bola, afortunadamente quedaron vacíos los asientos de hasta atrás no dude y los aparte para dormir a mis anchas hasta nuestro destino.

—Shito-chan, despierta.

—5 minutos más mamá.

—Shito, no te entendemos cuando hablas español.

—Ese es su pedo.

—Alvarez ¡lenguaje!

El grito de mi profesor me hizo despertar de golpe, arregle un poco mi uniforme antes de bajar del camión.

—¿Estuvo bueno tu sueño?— dijo burlón Sero mientras señalaba su mejilla.

Entendí el ademán y con el reflejo del celular me fijé en mi cara y vaya sorpresa me lleve al darme cuenta que tenía marcado todo el lado derecho con las arrugas de las mangas del saco y del asiento del camión.

Si de por si mi cara estaba roja por las marcas, me puse aún más roja por la vergüenza de que todos me vieran recién levantada. Deje la vergüenza por un momento para prestar atención a las indicaciones de Aisawa y de las dos mujeres con trajes de gatos que estaban frente a nosotros aún que me pareció curioso ver a un niño de unos 5 años junto a ellas.

—Eraser ¡Cuanto tiempo!

—¡Con ojos chispeantes rockeamos!— gritó una heroina castaña con traje rojo.

—¡Linda gatita cantante!— imitó la acción una rubia de traje azul.

—¡Wild Wild PussyCats!— gritaron ambas al mismo tiempo.

—Me gustaría presentarles a las heroinas profesionales las PussyCats, se especializan en rescate de montaña son veteranos en su campo, cuentan con 12 años de experiencia.

Me asombro escuchar los años de experiencia, pero aún así lucían demasiado jóvenes, por respeto me guarde mis comentarios, pero Midoriya no se los guardo y termino sermoneado por la gatita azul dejándole en claro que tiene 18 de corazón.

—El campamento esta al pie de aquella montaña.— señaló la montaña al otro lado del mirador en el que estábamos.

—¡ESTÁ MUY LEJOS!— gritamos todos mientras sudábamos nerviosamente.

Nuestras mentes hicieron Click y entendimos por que habíamos parado en este punto, sin pensarlo ni un segundo más buscábamos una forma de huir y volver al autobús.

—Son las 9:30, si se dan prisa desde ahora, llegarán a la base cerca de las 12.—hablo muy confiada la gatita roja.— Los gatitos que no lleguen antes de las 12:30 no tendrán comida.

—Lo siento chicos, pero el campamento ¡Comienza ahora!— se dirigió a nosotros Aisawa.

No tuvimos tiempo de reaccionar cuando el piso se desmoronó y nos hizo caer por el acantilado hasta aterrizar en el bosque.