—Tenemos que hablar Itari.— hablo un tanto serio Shoto.
Me sentia confundida por sus palabras, ¿Por que después de tanto tiempo me buscaba? No sabía cómo sentirme, había esperado esas palabras durante un mes entero ¿por que había elegido este día? Pero sobre todo... por que aún no me había bajado.
Cuando reaccione inmediatamente me sonrojé y cubrí mi rostro con mis manos tratando de esconder el color.
Al parecer entendió la posición en la que nos encontrábamos por que inmediatamente me bajo con cuidado de sus brazos; apenas estuve en el suelo pude respirar tranquilamente.
—Prepárense para sorprenderse con nuestro talento.—Llegó Monoma y el resto de la clase B empujando.
—Hablaremos más tarde.— respondí lo más calmada que pude antes de bajar del escenario y reunirme con el resto de la banda.
La clase B no mentía cuando dijeron que su obra sería épica e inolvidable, aún que no por la forma en la que ellos pensaban, fue bastante cómica en vez de trágica pero se les aplaudía su gran esfuerzo, creo que no fue tan sencillo unir 3 obras diferentes.
Cuando terminó la obra y el gimnasio fue totalmente desalojado fue nuestro turno de limpiar los restos de nuestro concierto.
—¡Shito-neechan!— llegó corriendo un torbellino blanco hacia mi.
—¡Eri-Chan!— me agache para quedar a su altura y poder verla a los ojos.—¿Que te pareció el espectáculo?
Sus hermosos ojos rubíes mostraban un brillo hermoso, pero este se quedaba atrás con la sonrisa que adornaba su rostro opacando al sol.
—Al principio me asustó el ruido, ¡pero fue emociónate todo!— narraba emocionada mientras con sus manos simulaba las luces.
Mis ojos comenzaron a picar por las lágrimas que amenazaban a salir por la emoción.
—Cuando cantaste me emocione mucho, tu voz se escuchaba más hermosa, aún que me gusta más cuando me cantas para dormir.— soltó un pequeño puchero.
Abrace con más fuerza a la peliblanca mientras dejaba caer unas cuantas lágrimas de felicidad; por un momento al abrazarla sentí como si ya no abrazara a Eri, sino a una niña más grande.
Parpadeé por un momento y vi todo blanco a mi alrededor, me separé por un momento de la pequeña frente a mi, pero mi sorpresa fue mayor al verla.
—¿I... Itzel?
—¡Hola Tai!— me regaló una sonrisa tal y como la recordaba.
—¿Estoy soñando?— no entendía que sucedía.— ¿De verdad eres tú?— mis ojos comenzaron a mojarse.
—No hermana, no estás soñando, aquí estoy, siempre he estado contigo y con mis papás.— volvió a regalarme una sonrisa como solo ella podía.
—Tengo tantas cosas que preguntarte y...
—Tai no me queda mucho tiempo.— agacho su cabeza triste.— Solo me dieron un par de minutos para venir a verte.
—¿Pero quien?—seguía sin entender de que hablaba y donde estábamos pero realmente no le tomaba importancia estaba feliz de poder tenerla frente a mi.
—Eso no importa, lo descubrirás después...— volvió a abrazarme.— Lo importante es que pude verte una vez más y poder decirte que te amo hermana y que estoy orgullosa de que estés cumpliendo nuestro sueño.
Si esto era un sueño no quería despertar, era el mejor sueño que jamás podría tener, escuchar esas palabras de ella me emocionaba más que escucharlas de mi familia.
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Tu me salvaste (BNHA)
Hayran KurguEn una sociedad en donde ser un héroe es una de las profesiones mas importantes, todo niño con alguna peculiaridad o don tiene el sueño de ser el héroe numero 1. Citlali Álvarez con tan solo 15 años había luchado por ese mismo sueño en su natal Méx...