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Se nos han acabado los papeles y también las palabras. Todos estamos con rostros apenados, menos Hyejoo, Es como si nadie supiera qué decir. Ella está sonriendo y sirviendo un trago de vodka a todos.

- Tomemos un trago para terminar el juego - dice ella. Yo miro mi vaso, creo que en cualquier momento voy a vomitar; me he tomado los tragos demasiado rápido y yo no estoy para nada acostumbrada a beber alcohol. Mi vaso está hasta la mitad de vodka y el resto ya se lo ha tomado. Cierro los ojos con fuerza y cuando los abro todos me están mirando. Hyejoo está a punto de decirme algo, pero antes de que pueda hacerlo me trago el vodka y me llega al estómago como una bala de cañón.

Se me revuelve todo el estómago y siento algo de náuseas. Miro a Kim Lip y ella me devuelve la mirada con una sonrisa nerviosa en el rostro. Yo me pongo de pie y corro escaleras arriba dejándolos ahí bebiendo el vodka que queda.

Me recuesto en la cama de Kim Lip boca arriba, siento que las cosas comienzan a dar vuelta; estoy mareada, un poco, pero no borracha. Sólo tengo que esperar que se me pase este malestar.

Me agarro el estómago con ambas manos y trato de ponerme en diez distintas posiciones en las que no me cruja como si fuera a escupir todo.

Suspiro, miro al techo de Lip y siento que gira y gira.

Pienso en lo que ha dicho Hyejoo sobre sus padres y me pregunto si es ese el problema que la tiene tan complicada con la vida; ella ni siquiera ha agachado su rostro ni ha hecho nada que no sea sonreír cuando ha contado su historia.

Quizás sólo estaba jugando con nosotros; no me sorprendería que Hyejoo invente una historia, así todos dejarían de preguntarle qué es lo que le sucede. Me siento a la orilla de la cama; siento que ahí viene el vómito.

Me tapó la boca con ambas manos porque no quiero permitir que salga. Una vez que mi cuerpo se calma un poco me vuelvo a tender.

Siento pasos subir las escaleras y sólo espero que sea Kim Lip para decirle que me traiga una toalla o una bolsa por si acaso; lo que esté más cerca y lo que sea más fácil de limpiar.

La puerta se abre y entra un olor a cigarrillo que me marea un poco. Hyejoo me sonríe y ella deja el vaso de vodka que tiene en la mano en el velador que está al lado de la cama. Me mira con ternura y abre la ventana para que entre un poco de aire, cuando siento como el viento me pega en la cara lo inhalo y exhalo.

Si, buena idea esa la de abrir la ventana.

Agarra el frasco de vidrio donde Kim Lip deja sus lapices y lo vacía; avanza un poco y se sienta al lado mío a la orilla de la cama usando el frasco como cenicero.

- ¿Estás bien? - pregunta mirándome.

Es como si se estuvieran moviendo, pero sigue ahí al mismo tiempo.

- Si- le sonrío - sólo un poco mareada.

Hyejoo pasa su brazo por encima mío para agarrar un cojín. Cuando se mueve su perfume la sigue y por un momento la tengo tan cerca que no puedo evitar cerrar los ojos y reír. Ella tiene el cigarro en su boca esperando para que pueda respirar un poco.

- ¿Desde qué edad fumas? - le pregunto curiosa.

Ella me mira de reojo y ríe divertida. Logra agarrar y pone su mano derecha detrás de mi nuca con cuidado, como si yo fuera de cristal.

-Desde los quince -responde soltando un poco el cojín para aplastar su cigarro con el frasco de vidrio y botarlo adentro. Su mano sigue detrás de mi nuca.

Una vez que toma el cojín de nuevo se inclina hacia mí y de repente su rostro está a sólo veinte centímetros del mío.

- Levanta un poco tu cabeza – dice, como si tuviera miedo de hacerme daño. Hago caso a lo que me dice, ella pone el cojín para que me eleve un poco y ya no quede acostada en la cama, ahora estoy más bien semi tendida.

¿Quién eres? [hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora