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Me siento en la camilla de la enfermería. La doctora Wang me está terminando de poner el cabestrillo en el hombro. Lo hace con mucha delicadeza; su mano pasa a rozar la parte superior de mi hombro haciendo que suelte un pequeño quejido. El espacio se ve pequeño y mis ojos se intentan concentrar en un punto que no sea la puerta de salida, siento como si el cielo de repente se hubiera puesto negro y quiero desaparecer lo más rápido que pueda de este lugar.

Estoy en la sala aislada de la enfermería de la escuela; la de cuidados intensivos. Como si me hubiera roto un brazo o una costilla. La doctora Wang es una doctora externa y la han traído para que me revise especialmente a mí; eso quiere decir que el director ya está al tanto de la situación, y por lo tanto, mi madre también.

Probablemente ya está afuera esperándome con la cuchara de palo para regañarme por haber estado metida en una pelea.

- Te lo podrás quita dentro de una semana o dos - me dice ella. Hace rato que me está explicando lo que tengo en el brazo y yo solamente actúo como si la estuviera escuchando. Asiento con el rostro y esbozo una sonrisa. - Por suerte tu lesión es leve y tus tejidos orgánicos apenas se han dañado... - continúa.

Su voz es áspera y fría, pareciera que estuviera recitando un párrafo de memoria. Yo estoy en silencio en mi lugar; intento hacer el menos ruido posible y apenas abro la boca para quejarme del dolor de vez en cuando.

Lo que ha ocurrido hoy me tiene dando vueltas en la cabeza y no desaparece por más que lo intente, necesito explicaciones y esta vez no pienso aceptar un no por respuesta.

Siento que estoy mirando hacia la nada, que estoy mirando un vacío, pero solamente es el espejo en frente de mí.

La doctora Wang está mirando fijamente en mi dirección una vez que el cabestrillo está puesto.

Me entrega un folleto con instrucciones a seguir como si se tratara de un tatuaje y me sonríe levemente.

- Tu cabestrillo mantendrá tu brazo en una sola posición - me sonríe finalmente. Yo intento hacer lo mismo, pero solo termino tragando saliva para deshacer el nudo de mi garganta.

Nunca en mi etapa escolar me había metido en una pelea; nunca había tenido la necesidad de pelear con alguien. Y ahora tampoco.

Ni siquiera sé por qué la he golpeado, quizás me he enfurecido mucho por el empujón que me ha dado, o quizás simplemente tenía la necesidad de defender a Kim Lip.

Aun así, hay algo dentro de mí que no me deja en paz. Esta no soy yo. Yo no soy la chica que le gusta golpear a otras, jalar de su cabello, hacer que todo el mundo esté mirando y terminar en enfermería con los tejidos casi dañados. Yo no soy así y no sé por qué de repente comienzo a actuar de esta manera.

Me desconozco.

Y no estoy diciendo que lo que haya hecho Jihan haya estado bien, quizás ella se merecía un empujón o unos cuantos golpes; pero no por eso yo se los tenía que dar.

No porque la chica ande de malas, por razones que me encantaría saber, significa que Kim Lip pueda gritarle perra en frente de toda la escuela.

Esas son cosas que piensas, no que haces, ¿no? Mi rostro está horrible, mis ojos están caídos y la sonrisa en mi rostro que tenía esta mañana ha desaparecido. Mi boca está quieta y mi cuerpo rígido; siento que estoy hundida en algo que no conozco.

- ¿Tienes alguna duda, Chaewon? - pregunta la doctora.

Uso una enorme cantidad de fuerza para girar levemente el rostro en su dirección. Cuando lo hago, la miro fijamente.

Y con un leve movimiento, niego con el rostro despacio y lento. Ella me mira con tristeza. Me siento patética en este instante; creo que la doctora externa me tiene algo de compasión.

¿Quién eres? [hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora