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Muevo mis pies nerviosa debajo de mi asiento, miro mi reloj una y otra vez, luego miro la puerta. Nunca había pasado el día tan lento. Quedan diez minutos para salir a comer; me quedo tranquila, intento poner un poco de atención a lo que está hablando la profesora, pero no puedo. Estoy demasiado distraída como para procesar lo que dice. Siento que pasan dos horas, y cuando miro mi reloj de nuevo, han pasado solamente dos minutos.

Qué mierda.

- ¿No es cierto, Chaewon?- me pregunta la profesora. La quedo mirando; no sé de lo que ella está hablando. Miro la pizarra para intentar buscar una respuesta, pero no entiendo nada. Sacudo un poco la cabeza y abro la boca para decirle algo, pero no sale nada. Ella medio sonríe. - Quizás quieras salir de la clase- sugiere.

Sé que cuando un profesor te dice que quieres salir de la clase en verdad es para que tomes atención y no sigas deambulando en tu propio mundo; pero estoy demasiado inquieta y no puedo dejar de pensar en cómo le ha ido a Hyejoo con Dhai durante todo el día.

No sé cómo, pero simplemente asiento y tomo mis cosas para dejar el salón de clases, mientras que la profesora pone una cara de que no lo puede creer.

Corro escaleras abajo y salgo por la puerta que da al patio, me detengo en la cafetería y compro unos sándwiches y unas sodas.

Meilyn, la mujer que atiende, me queda mirando algo confundida porque estoy un poco más temprano de lo normal. Ella mira su reloj y luego alza una ceja en mi dirección. Yo me encojo de hombros, deseando que lo deje pasar.

Me entrega mi compra y no dice nada; yo le sonrío agradecida y comienzo a correr hasta el teatro. Espero que Dhai y Hyejoo sigan ahí para este entonces y no se les haya ocurrido escapar a otro lugar. Ojalá Dhai se encuentre mejor.

Entro en el teatro y escucho que mi teléfono suena. Me cambio la bolsa donde está la comida que compré a mi otra mano y busco el teléfono entre mis bolsillos.

- ¿Hola? - contesto yo, sin siquiera mirar la pantalla antes. La voz de Kim Lip me atiende.

¿Donde estás?- pregunta ella.

- Entrando al teatro- respondo.

- Bien, quizás me tarde un poco porque no nos dejan salir si no terminamos la estúpida tarea dice ella, algo frustrada. - Pero estaré ahí en un rato, ¿está bien?

- Está bien - le respondo y corto el teléfono.

Hago mi camino entre el pasillo del teatro hasta donde se encuentra la pequeña puerta de la sala donde está la escalera. La última vez que estuve aquí casi me da un infarto al mirar abajo; pero si ya lo hice una vez, nadie me dice que esta vez no pueda. Vencí mi miedo de subir la escalera gigante, así que ahora supongo que puedo hacerlo a ojos cerrados... Si, claro.

Decido dejar mi mochila abajo, así no tengo que preocuparme de eso mientras esté subiendo. Pongo el bolso en mi mano y comienzo a subir los escalones, uno por uno, me voy moviendo hacia arriba un poco temblorosa, pero no tanto como la vez pasada.

Cierro los ojos cuando estoy en la mitad y miro hacia abajo; error, lo peor que pude haber hecho. Ya me encuentro lo suficientemente alto, no quiero volver a bajar. Mierda, me voy a quedar aquí toda la vida.

Saco valentía de mi interior, no sé de dónde, y subo otro escalón. Me tambaleo un poco y mi corazón se acelera, por un microsegundo pensé que iba a caer.

Cierro los ojos fuerte y suspiro; subo escalón por escalón. Mientras más rápido haga esto, más rápido estaré arriba.

Cuando llego, la ventana se abre por arte de magia. El rostro de Hyejoo se asoma. Al verme, ella sonríe y me ofrece la mano para que pueda subir.

¿Quién eres? [hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora