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Estamos todos de pie en frente de la casa. De repente el aire se ha puesto más helado que antes y los árboles se ven más grandes desde aquí.

Un escalofrío me recorre el cuerpo y tengo que respirar muy hondo para no entrar en pánico.

Mis compañeros se mantienen en silencio hasta ahora; sus miradas están fijas en la madera descuidada y las paredes desteñidas.

Intento alzar la vista para mirar al interior por la ventana porque no sé si me atrevo a acercarme más, pero el interior está oscuro y no me deja ver bien.

Las flores marchitas se apilan abajo del suelo y los árboles luchan por subir por los pedazos de madera y llegar al techo, si es que se le puede llamar techo a unas cuantas tablas descuidadas y podridas.

El moho y los hongos se dejan ver por entre medio de las piezas del marco de la puerta y un olor terrible me inunda el olfato.

Hago una mueca de disgusto y me llevo la mano a la nariz; no soy una experta con las buenas ideas, pero estoy segura de que esta no es una.

El poco pasto que queda debajo de nuestros pies está convertido en barro y está humedeciendo aún más mi calzado.

Alzo las piernas variadas veces para impedir que se ensucien demasiado pero mi intento es en vano.

Giro el rostro; a mi lado, Hyejoo mira todo fijamente como si se tratara de una obra de arte.

Sus ojos brillan de lo asombrados que están y tengo que cerrarle la boca para que no le entren moscas.

Está cruzada de brazos y asiente como si le estuvieran hablando y ella estuviera completamente de acuerdo.

Cuando repara en que mi vista está mirándola a ella; se dirige hacia mí.

Sus ojos se ven brillantes y relucientes, su rostro es el único paisaje que me atrevería a dibujar de todo lo que hay en ese lugar.

- ¿No es genial? - me pregunta en un leve susurro, como si fuera una interrupción demasiado imprudente irrumpir en los pensamientos de los demás mientras miran con atención la demacrada vivienda.

Me encojo de hombros.

-A mí sólo me da escalofríos - admito. Ella suelta una pequeña carcajada.

Su risa hace que mis tímpanos le agradezcan.

Agacho un poco la cabeza, algo avergonzada.

-Está bien tener miedo, Chae - me susurra en el oído, como si me leyera el pensamiento.

Su respiración me recorre el oído.

Ahora sí que tengo escalofríos.

Todo mi cuerpo se sacude por el nerviosismo.

- ¿Vamos a entrar o qué? - pregunta para al resto.

Rezo para que digan que no.

- ¿Estás loca? - pregunta Kim Lip, negando con la cabeza.

- Vamos, ¿qué es lo peor que puede pasar? - pregunta Dohyun.

Antes de que puedan contestarle; se pone a caminar al interior de la casa.

Sus amigos lo siguen por detrás y los míos también; me quedo rígida afuera.

Kim Lip resopla frustrada y se lleva ambas manos a la cabeza; pero aun así los acompaña.

Hyejoo está entrado, pero cuando no nota movimiento de mi parte, se queda de pie y se da la vuelta en mi dirección.

Camina hasta donde estoy y se queda parada al lado mío.

¿Quién eres? [hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora