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Mi teléfono suena a las siete.

El nombre de Hyejoo aparece en la pantalla.

"Como estas?"

Tecleo rápidamente.

"Ya mejor, gracias"

Cinco segundos después llega otro.

"¿Vas a la escuela mañana?"

"Si" - le escribo de vuelta.

Me quedo esperando hasta las una de la mañana a que ella responda.

Pero no lo hace.

¿Alguna vez se han bañado con un cabestrillo?

Debes tener demasiado cuidado, intentar que el agua no lo toque, poner shampoo en tu cabello con una sola mano.

Es horrible.

Cuando despierto al día siguiente, reparo en que algo anda mal dentro de mí.

Es temprano y mi humor no está del todo bueno; he herido mi brazo sin querer mientras dormía, no herido de haber hecho una herida, más bien herido de pasarlo a llevar, y ahora me duele demasiado.

He tardado una hora en la ducha; casi me caigo cuando estaba saliendo y nadie me pudo ayudar porque mi madre partió demasiado temprano al trabajo.

Es en estos momentos cuando desearía tener una hermana menor que pueda hacer cosas por mi.

O una hermana gemela. Siempre quise tener una hermana gemela superdotada para que vaya a tomar mis exámenes, así no tengo que estudiar.

Sería perfecto, ni siquiera tendría que ir a la escuela porque ella iría por mí.

Me termino de poner mi ropa. Suelto un quejido de dolor cuando se pasa a llevar con mi brazo y me quedo quieta durante unos segundos para volver a retomar la acción cuando ya esté sin ningún malestar.

Me puse una playera holgada, demasiado la verdad, así no me complica tanto al ponérmela y quitármela.

Es unas cinco tallas más que yo; arriba de mis calzas negras, parece un vestido, aunque no es muy difícil que las playeras en mi cuerpo parezcan vestidos.

Mi cuerpo es tan pequeño que a veces tengo que buscar ropa en la sección de chicas de primer año.

Ahora me doy cuenta lo afortunada que fui al no romperme ningún hueso ayer; no tengo absolutamente nada de musculo, y por ende, nada de fuerza. Jihan pudo haberme quebrado el brazo.

Voy a la cocina con la esperanza de encontrar deliciosa comida y una nota que diga "Ten Chaewon, para tu almuerzo", pero lo único que encuentro es un antibiótico y un vaso de agua.

Resoplo y me lo trago. Sabe amargo y me deja un gusto extraño en la boca. Me preparo un té y un sándwich de queso, pero lo dejo hasta la mitad porque no estoy con demasiada hambre; ya me he demorado lo suficiente así que voy en busca de mi mochila para ir en marcha a la escuela.

Comienzo a poner mis cuadernos de a uno, pero reparo en que me será imposible escribir si mi brazo está en un cabestrillo.

Ruedo los ojos y pongo mis libros solamente.

Tras tres intentos fallidos de ponerme la mochila, lo logro hacer con algo de malestar. Se supone que no debo hacer fuerza y mi madre me ha dejado aquí a la deriva.

Bien, mamá, te aviso si se me rompe algún hueso.

Camino hasta la puerta de salida; todo lo que hago me es demasiado difícil, incluso acomodar mi cabello.

¿Quién eres? [hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora