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He estado rondando todo el día en enfermería fingiendo que me sentía mal para 1) no ver a nadie. 2) no tener que hablar con nadie. creo que he hasta llorado para que el director me crea porque 3) no puedo darme el lujo de escapar de clases ya que 4) nos han castigado lo cual 5) no me lo permite.

Pero ha llegado la hora de almuerzo y es momento de que acepte la realidad. No puedo inventar que me duele el estómago durante todo el año solamente porque una chica que ni siquiera conozco me ha dicho algo que me ha resultado ofensivo (me he intentado dar apoyo moral a mí misma todo el día)

No he vuelto a ver a Hyejoo, ni a Kim Lip, ni a Dhai. No sé si es que han intentado hablar conmigo; si lo hicieron, pues entonces no me enteré. En enfermería solamente pueden estar los que realmente se sienten mal.
No es como si mi dolor hubiera sido real; me duele lo que me dijo aquella chica y me sentí mal por eso, pero omitir pequeños detalles para entrar en enfermería nunca le ha hecho mal a nadie.

Me dieron té de hierbas, me hicieron recostar en una cama, e incluso pusieron una pequeña estufa a mi lado para que me mantenga en calor todo el día. Pero la fantasía terminó. Debo volver a la puta realidad.

Me deslizo por los pasillos de la escuela. Todavía no han salido muchos chicos a almorzar, así que todavía no siento nada de atención. Espero que de repente todos se hayan olvidado de lo que me dijo aquella chica en los vestidores y de que Hyejoo fue al teatro a amenazar a todos para que me dejen en paz.

Voy a buscar a Kim Lip a su sala de clases. La verdad es que necesito hablar con alguien y no sé si esa persona sea Hyjeoo, y menos Dhai.

Necesito hablar con una persona de la cual pueda apartar la vista por unos momentos cuando me esté hablando.

Kim Lip está en clase de geografía. Está recostada en su asiento con los ojos cerrados intentando dormir mientras la profesora no deja de hablar.

La miro por el vidrio transparente que está en la puerta y suelto una risita. El timbre para salir suena y ella da un respingo. Mira la puerta de salida e inmediatamente me divisa, ella prácticamente corre hasta donde yo estoy y se lanza encima mío para darme un abrazo.

- ¡Te he intentado hablar todo el día!- me dice, apretando mis cachetes tan fuerte que tengo que hacer un enorme esfuerzo por respirar.

Intento salirme de sus manos y me aparto un poco.

- Esas enfermeras son tan hostigantes, ¿Te puedes creer que no dejan entrar a nadie que no esté enfermo?

Yo ruedo los ojos.

- Dado que es una enfermería, si. Me lo creo bastante.

Ella me queda mirando. Yo también la quedo mirando y por un segundo pareciera que nos hubiéramos puesto de acuerdo para suspirar. Ella medio sonríe.

- ¿Cómo estás?- me pregunta.

Me encojo de hombros y hago una mueca con la boca.

-Ya he dejado de llorar al menos.

Ella asiente.

-Si, eso veo.

Siento que me jalan el brazo. Me doy la vuelta con la esperanza de que sea Hyejoo, pero es una chica de mi otro salón. Tiene el cabello brillante - me enorgullezco de decir que no más que el mío- y los ojos verdes.

La reconozco de clase de literatura.

- Oye Chaewon- me dice.

Yo la quedo mirando algo confundida. Creo que nunca había hablado con ella en toda mi vida, de hecho, creo que ni siquiera me sé su nombre.

¿Quién eres? [hyewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora