¿Quién eres? [hyewon]

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Me encierro en la habitación con Kim Lip mientras mi padre y Thiana preparan la cena. Necesito unos dos litros de agua para poder tragar la noticia que me acaban de dar.

Un hermano.

Tendré que cambiarle los pañales, cuidarlo, hacer tareas de primer año cuando entre en la escuela y llevarlo a los cumpleaños.

Y tendré suerte si no tiene la misma personalidad de Thiana.

- No es tan malo - me asegura Kim Lip sentándose en la orilla de la cama. Yo me la quedo mirando

No, no es tan malo. Es peor.

Me oprimo el cabello con los dedos al mismo tiempo que camino alrededor de la habitación, buscando algún lugar donde el suelo me pueda tragar.

Encima tendré que perderme la graduación.

Resoplo algo frustrada; escucho risas del primer piso y música. Huele a pimienta y orégano, la casa está llena de humo porque el par ni siquiera sabe cocinar bien.

-Ya vas a ver como acabarás queriéndolo.

Frunzo el ceño.

- Lo dudo - aseguro. Está oscureciendo; no para de llover y el vidrio suena por el viento.

No hay ni almas en pena caminando por la calle, lo único que se mueven son los arbustos de los vecinos.

- Thiana no es una bruja - dice ella.

Yo la miro haciéndome la ofendida, se supone que debe estar de mi lado.

- No la conoces bien - le aseguro yo.

Llevan dos horas haciendo la cena y apuesto que todavía no tienen lista ni una ensalada.

Me siento junto con Kim Lip y me doy cuenta de lo mucho que extraño a Hyejoo.

Extraño su mirada y su cabello, extraño su voz pronunciando mi nombre al saludarme y su brazo derecho cargando mi mochila para que no me lastime ni me incomode el cabestrillo.

Extraño su perfume y su sonrisa que podría derretir la Antártida.

La extraño y la vi nada más ayer.

- ¡Chicas, a cenar! - grita la voz de Thiana desde el primer piso, interrumpiendo mis pensamientos.

Damos un respingo y soltamos una risa por lo bajo; parece que ambas estábamos pensando demasiado en algo.

O en alguien.

Hacemos nuestro camino hasta el primer piso, huele a quemado y todas las ventanas están abiertas, aunque entre un frío horrible.

Se me pone la piel de gallina con la corriente de aire y miro la cocina; un pastel negro encima del mesón y mi padre tirándole aire con una revista vogue me indican que evidentemente se les ha quemado algo.

Thiana tiene una sonrisa en el rostro que pareciera que quiere estallar en carcajadas, está poniendo los cubiertos sobre la mesa y la ayudo con los últimos al tiempo que Kim Lip pone vasos.

Mi padre se abre camino y llega con un pollo más patatas con queso y crema de ajo.

Sonrío porque a pesar de todo huele bien.

No tengo mucha hambre por la pizza que comimos hace unas horas, pero de todas maneras intento parecer emocionada de comer de nuevo.

Me siento en la punta de la mesa cuadrada y Kim Lip se sienta a mi lado.

- Empiecen antes de que se enfríe - nos dice mi padre dejando la comida encima de la mesa y desapareciendo en la cocina para preparar algo de ensalada.