Viernes al fin. Último día de escuela (por esta semana) y también último día de otoño; eso quiere decir que los días de sol se acabarán y en una o dos semanas comenzará a llover. Mi estación favorita.
Una vez leí un libro en el que decía lo mucho que a las personas solitarias les gusta la lluvia; es como si fuera una persona. El sonido que hace la lluvia cuando caminas, como te acompaña a casa hasta que llegas a la puerta y luego, desde el interior, la puedes escuchar chocando con fuerza en el vidrio de la ventana, es como si te quisiera hacer saber que estás acompañada, aunque sea por unas cuantas gotas de agua.
Quizás por eso me gusta tanto; siempre he sido una persona solitaria. Más del asiento trasero del auto que de copiloto.
El día está nublado, creo que hará un poco de frio y el viento apenas me tocará el rostro, así que me pongo unos pantalones negros y mi querido suéter gris- ese que Kim Lip odia- me cepillo el cabello y me pongo unas zapatillas blancas. Me miro en el espejo. Creo que soy la persona más simple para vestirse que podría existir en el planeta tierra.
Tomo mis cuadernos y salgo de mi habitación. Mi madre está sentada tomando desayuno. Cuando ella me mira, medio sonríe y se levanta. Sus ojos negros intentan parecer alegres y solo puedo pensar en una cosa; ella sabe que la ha cagado.
Sin embargo, a mi no se me olvida todo lo que ocurrió ayer.
- Buenos días - me dice. La miro de reojo y luego sigo hasta el frutero y saco una manzana. Ella nota que yo no la voy a saludar asi que me detiene – ¡Park Chaewon!
Mierda. El nombre completo. Eso es prácticamente un "date vuelta o te rompo todos los dientes" Yo me giro en mis talones y ella está cruzada de brazos. No puedo perder la dignidad ahora, tengo que hacerle saber que estoy molesta.
- Dije buenos días- me aclara ella, como si yo no la hubiera escuchado.
Suspiro y agacho un poco la mirada.
- Voy a llegar tarde mamá- contesto, arriesgando mi vida en esa pequeña frase. Me doy la vuelta esperando el manotazo en mi nuca, pero solo siento sus pasos volver a la cocina.
Emprendo mi camino a la escuela y elijo qué piedra será la que patearé todo el camino; me decido por una pequeña y con forma triangular.
No sé qué decirle a Hyejoo por lo que ocurrió ayer, ni siquiera me atreví a enviarle un mensaje porque me daba miedo lo que ella podría responder. Qué vergüenza, nunca pensé que mi madre sería una de esas que arman un espectáculo.
Bueno, pudo haber sido mucho peor. Ella pudo haber ido directo al grano y preguntar, "¿Qué te sucede Chaewon? ¿Acaso te gusta Hyejoo?"
Cuando llego a la escuela, nadie está en la entrada esperándome como de costumbre. Quizás eso sea una mala señal. Quizás ni siquiera me quiere ver, ¡Qué vergüenza! Es lo único que puedo tener en mente.
Encima le tuve que contar mi sueño para que no se sienta mal, es como si las cosas no se pudieran poner más embarazosas.
Hago mi camino dentro de la escuela y entrego mi certificado médico en portería. El hombre me lo recibe y me sonríe para que yo siga caminando.
Paso mi mochila de un brazo a otro; veo algunos chicos que han llegado, pero no veo a Hyejoo, ni a Dhai, ni mucho menos a Kim Lip. Ellos simplemente no se encuentran.
Miro mi reloj, son las ocho y media en punto. No es como si fuera tarde y no me he demorado nada en caminar desde casa a la escuela.
Qué raro.
Comienzo a marcar el número de Kim Lip en mi teléfono celular. Me lo pongo al oído.
- ¡Chaewon!- me dice ella desde el otro lado. Su voz está algo agitada. Frunzo el ceño- Dime por favor que has venido a la escuela.
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¿Quién eres? [hyewon]
FanfictionHyejoo, a la cuál por alguna razón todos llaman Olivia. No sale a fiestas y tampoco se le ha visto fuera de la escuela. Todos son amigos de una completa desconocida.