WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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LAS NOCHES EN SU TRABAJO PODÍAN SER PESADAS cuando el trabajo era ser el sheriff de Beacon Hill, un pueblo donde suceden crímenes y desapariciones sin explicación para ojos humanos, pero dese que Noah Stilinski había entrado al radar sobrenatural de la mano de su hijo, se dio cuenta que muchos casos ahora tenían lógica. Sólo que era una lástima que no pudiera explicarle a su departamento que los asesinatos de hace un año fueron por un kanima o el de Laura Hale por su tío convertido en una bestia.
Desde la noche en que casi murió aplastado bajo esa tormenta provocada por Jennifer Blake, Noah solía tomar horas extras en su turno para quedarse en su oficina e inspeccionar viejos casos que habían quedado inconclusos, eran casi torres de archivos en un principio, pero con el paso de las semanas, las horas de papeleo se fueron reduciendo, y Noah fue apartando los casos que le parecieron relacionados con homicidios o lugares de desaparición inusuales.
Esa noche llegó a sus manos un reporte de hace cuatro años.
Las víctimas eran una mujer Jessica Brown de 37 años y su hermano mayor Theodore de 41. Habían muerto en su casa, él fue encontrado en su habitación con un brazo cercenado y una herida mortal en el pecho de lo que se describió como un cuchillo de caza y ella tenía moretones y marcas de cortes del mismo cuchillo por los brazos y parte del abdomen, lo que se indicó como pruebas de luchas que la llevaron hasta la planta baja de la casa dónde fue hallada muerta con el cuchillo encajado en el ojo izquierdo.
En palabras del médico forense: "Aguantó más las heridas que una persona promedio, las de los brazos con el tiempo que se estimó el ataque por los vecinos que informaron del ruido en la madrugada, debió de haber muerto desangrada".
No se encontraron pruebas que llevaran al responsable, así que se cerró, dejando como única sobreviviente a la hija de doce años de Jessica, Novalee Brown.
—Sheriff — el golpeteo de Parrish en su ventanilla lo hizo levantar su vista de sus papeles y al ver su asentimiento, su ayudante entró—, debería de venir a ver esto.
Noah siguió a Parrish hasta su computadora, donde su rostro se desfiguró por el desconcierto de la imagen que Jordan le mostró desde la sala de interrogación. Un chico salpicado por sangre seca desde las manos hasta la boca, dónde sus labios se fruncían con aburrimiento al cruzar sus brazos con la mirada fija en la puerta, esperando a que alguien entrara y lo sacara de ahí.
—Santo cielo, pero un momento... yo lo conozco— se inclinó más tratando de ver a detalle y Jordan amplió la imagen, haciendo que el alguacil fuera directo a donde retenían al chico al confirmarse que era quien creía, lo que le suscitó más confusión, porque se suponía que debía estar cruzando el Atlántico.
—Lo encontraron en la reserva así. Obviamente Johnson y Nelson lo detuvieron por el aspecto, se tomó la muestra de sangre y se han mandado a analizar. Dicen que no se resistió al arresto, pero alega que es de animal.
