WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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—¿USTEDES A MÉXICO? ¿QUÉ?
Naga no se detuvo en alzar la voz todo lo que quiso sin el sheriff en casa, seguramente sus vecinos lo habían oído gritarle a Malia y Stiles cuando preguntó el motivo sus frenéticas acciones de empacar. La mujer coyote había sido tan directa como siempre, contándole que estaban por cruzar la frontera para volver al templo azteca de hace unos meses para salvar a Scott y Kira de Kate Argent.
—Sí quieren seguir vivos se quedarán aquí, porque les recuerdo, hoy es luna llena y hay muchos nuevos hombres lobos que necesitan ayuda también —el lycan casi tiró de su cabello cuando sus palabras fueron ignoradas por Stiles, quien seguía empacando las cadenas de Malia—. ¿Alguien aún me está escuchando?
—Sí, pero no nos importa, al menos que quieras acompañarnos.
—Lo que Stiles no creía y por eso no te dijo nada—Malia agregó, haciendo que el ceño de Naga se frunciera considerablemente mientras se recargaba contra la pared con su mirada baja y los brazos cruzados.
—¿Al menos tu papá sabe que te vas?
—Sí, ya sabe. Le hicimos un resumen rápido y no se negó a ayudarnos— reprochó sin mirar al lycan, pero al menos sintió que su mirada se agudizaba sobre su espalda.
—Ni siquiera me preguntaste.
—Detestas a Scott y dudo mucho que quieras arriesgar tu vida por Kira. Además, tú lo dijiste, tienes a por lo menos, dos betas que controlar para que no maten a nadie. No queremos que la lista vuelva a activarse — Stiles argumentó al girarse con un suspiro y dejarse caer sentado en el borde de la cama donde Malia tomó su mano, apretándola un poco como reconforte.
Tal vez lo que caló con más pesar en Naga, fue que aún pensaran eso de él, después de todo lo que pasaron en los últimos meses con el Benefactor. Incluso su aflicción superaba a su indignación.
—Sí, disculpa que sea el razonable—pero sí había algo que no podía irse de la sangre del lycan, era su masoquismo—, pero no me arriesgaré por un par de visiones que tuvo Deaton.
—Lydia las confirmo y el departamento de Derek estaba deshecho, ellos estuvieron ahí. Kate se lo llevó—Malia argumentó casi con desespero, porque de verdad, no podían convencerla de que no necesitaría a Naga para vencer a los dos berserkers.
—Nada de lo que diga los va a convencer que esto es una misión suicida.
—No, no lo harás. Nosotros no abandonamos a nuestros amigos, somos una manada—Stiles discutió con una mirada estoica.
—No era una pregunta, idiota— Stiles rodó los ojos, haciendo que Naga mordiera el interior de su mejilla mientras se marchaba de la habitación, pero Malia lo siguió hasta la puerta. Había determinación en su rostro.
