WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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—LA IRA TE MANTIENE VIVO. Úsala cuando no tengas más para pelear, porque siempre habrá algo que la encienda... culpa, remordimiento, venganza o la mera necesidad de sobrevivir. Cuando peles con ella, no hay nada que te pare — y aunque Naga quisiera sacar de su vida a Deucalion, era difícil cuando sus palabras aparecían en su cabeza cuando más las necesitaba.
Y no siempre era la mejor idea, pero aún en la cabeza de Naga, eran útiles.
Se habían guiado directamente por el olfato cuando Naga le explicó a Aiden en el camino que Ethan no quería hablar con él y seguramente tampoco con su hermano, decir que Naga no estaba nervioso sería mentira, sus manos sudaban y luchaba por mantener una fachada serena para que Aiden no entrara en pánico por su hermano, pero con cada paso, Naga también amenazaba con desmoronarse.
Al llegar hasta los vestidores, Naga pronto escuchó que Ethan no estaba solo.
—Espera — Naga tiró de la camisa de Aiden y su brazo hacia atrás, escondiéndose tras la puerta del pasillo que daba el vestidor.
—¿Qué?
—Shh — el lycan señaló su oído en señal de que escuchara y Aiden lo hizo.
— ¿Le digo al entrenador que harás pruebas para entrar? — Naga ya había reconocido el olor de Danny, había lavado ropa de Ethan para saber a quién pertenecía, pero la voz era una confirmación más cercana.
Naga se tranquilizó un poco, pero por el rostro severo de Aiden, a él no.
—Lo pensaré.
— Eso me suena a un sí — el final canturreo de Danny los hizo salir, con Naga advirtiendo a Aiden que no le hiciera una escena a su hermano, pero Ethan ya estaba tenso para cuando sintió la presencia de ambos.
—¿Qué? — Ethan cuestionó desafiante.
Era el menor, siempre lo había sido, cómo hermano y en la manada. Por eso solía ocupar un papel pasivo, pero esa tarde se despertó estando harto de serlo.
—¿Pruebas para entrar al equipo? — Aiden cuestionó, pero a Naga le sonó más como un tono reprobatorio. Aiden se preocupaba porque su hermano saliera herido cuando alguien que quisiera hacerles daño atacara a Danny o cuando el humano descubriera su esencia sobrenatural y no quisiera continuar la relación por miedo o repulsión en el peor de los casos.
Y aunque Naga comprendía y apoyaba sus preocupaciones, también quería que Ethan fuera feliz, quería que tuviera un poco de normalidad y Danny le daba eso.
—¿Por qué no?
— Aiden, déjalo — Naga se adelantó a la mirada suspicaz del mayor, dando un paso adelante para quedar casi entre ellos, sólo necesitaba dar un paso y lo haría —. Le haría bien mantener los músculos y drenar el estrés, contando que nosotros tenemos más del sanamente normal. Además, que me sacará al coach de encima, ¿Cierto?
