WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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LA PASIENCIA SE LE HABÍA AGOTADO A NAGA, sí Chris Argent no iba a ellos, él iría por él. Así que cuando Allison les informó que acababa de llegar a su departamento, pero no podría venir, el lycan no esperó a tomar su motocicleta e ir al viejo edificio donde vivían. Scott salió tras él, mientras que la cazadora le alertaba a su padre por teléfono, ya que tardaría un poco más en llegar con Isaac en su camioneta.
El lycan confirmó que la puerta estaba cerrada, pero el olor a sangre mezclado con el de Chris, no pasó desapercibido. Naga no se molestó en tocar y abrió de una patada la puerta con la sangre hirviendo aún por el ataque de esa madrugada, era hora de destapar una cloaca de secretos. Argent les ocultaba información.
El busco rompimiento de la cerradura alertó a Isaac, quien salía del elevador con Allison y a Scott que había terminado de subir las escaleras, los tres compartieron miradas alarmantes sobre lo que podía pasar ahí dentro.
— ¿Qué rayos haces? — Cuestionó Allison.
Naga se mofó — Conseguir respuestas.
— ¡Naga, espera! — Scott corrió para alcanzarlo, pues ya había entrado en el departamento, pero fue en vano. Naga siguió el rastro de aroma hasta lo que parecía ser su propio despacho, el lycan abrió, ignorando las advertencias, pero para su sorpresa, al otro lado, Chris Argent ya estaba preparado para la amenaza en camino.
— Un paso y disparo — Advirtió apuntando con su rifle de laser a la cabeza del lycan.
Naga se detuvo en seco con una sonrisa de sorna al ver el punto rojo en su frente. Scott también paró tras de él, asustado a que el lycan pudiera hacer una locura, sabía que Chris no dudaría en dispararle.
— Sólo quiero hablar, Argent. Nadie tiene que morir.
— Por el modo que entraste, no medio esa impresión — Gruñó con desconfianza quitándole el seguro a su arma.
— ¡Papá, espera! ¡Baja eso! — Allison intervino haciéndose paso entre los hombres lobo cuando vio que sangraba de la frente, Isaac miró a Scott y Naga, uno estaba más tranquilo, mientras que el alfa verdadero, se sentía muy alterado. No lo culpaba — ¿Qué te ha pasado?
Chris bajó el arma, no sin dale una mirada de advertencia al lycan, y suspiró sentándose en la silla por petición de su hija mientras Isaac buscaba el botiquín de primeros auxilios.
— Después te explico, pero eso debería preguntarles a ustedes. Parecen... Desesperados — Mencionó con recelo mirando a Naga, el lycan estaba recargado en el librero de enfrente con una mueca seria.
— Una especie de ninjas de humo nos atacó en una fiesta. Marcaron a algunos de nosotros con una especie de símbolo en forma de cinco tras la oreja, parecía que buscaban algo — Explicó Naga — Nada podía hacerles daño. Eran como sombras, lo único que tal vez nos salvó, fue el sol. Sólo quiero saber lo que son, si hay algo en el bestiario de tu familia, tal vez.
