WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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LA LUNA LLENA SE MOSTRARÍA EN LOS CIELOS en menos de unas cuatro horas, esa noche, todo acabaría, o eso debía de pensar Naga con cada minuto que marcaba el segundero en la sala; tic tac, tic tac, ese sonido comenzaba a taladrar su mente como segundo efecto de la sensación de desesperación al no obtener respuestas de Scott McCall, ni de su plan...
Era la décima llamada que Naga hacía, al pasar el tercer tono, lanzó el celular contra el sofá con frustración. Se había esforzado para no decir nada, ni una palabra sobre lo que estaba planeando, su traición y consecuencias debían ser suyas, pero con el tiempo, un peso tan grande, llegaba a pesar sobre los hombros.
Habían pasado dieciséis horas desde que Deaton le avisó que Scott, Stiles y Allison se habían sumergido en el ritual. La posibilidad de que no hubieran sobrevivido, crecía a cada minuto, dándole a Naga la respuesta obvia: Tenía que cambiar sus planes. Sí mataría a Jennifer y enfrentaría a Deucalion, lo haría con su manada... O sólo.
Después de todo, no es como sí el lycan no lo hubiera considerado antes. Scott era un soldado de plomo en su tablero y sus amigos la carne de cañón que lanzaría primero que a sí mismo, pero debido a la situación, tendría que mancharse las manos.
El lycan observó su piel, se había bronceado en sus meses en Beacon Hills y su piel volvía a tener color, ya no era esa especie de especto nocturno — Sí quieres que las cosas salgan bien, tienes que hacerlas tú mismo.
Naga se puso de pie cuando escuchó pasos acercarse. Era Deucalion y Kali, la pelinegra tenía una expresión seria, mientras que el rubio miraba fijamente por la ventana con un rostro sereno, pero con cierta resignación por la forma en que se fruncían sus cejas.
— Aún no es hora — Recordó Naga, la luna aún no estaba en su punto y un juramento de vendetta era un juramento.
— No, pero cuándo lo sea... Kali podrá vengarse, toda la manada lo hará —Naga apretó sus manos, tenso y con una expresión irónica, casi como si sus ojos pudieran chispar palabras para darle la razón, porque sí, esa noche se saldaría más de una cuenta pendiente — Pero deben ser rápidos, una vez y Scott haya encontrado el Nemeton, Jennifer vendrá y tendrán que haber acabado con los Hale antes del eclipse lunar o...
— Nos quedaremos sin poderes y nos destrozará, que panorama tan pintoresco.
Deucalion gruñó — Tú lengua ha estado más aguda estos días.
— El resultado por juntarse con humanos, supongo que me he contagiado más de cosas buenas que de malas. Ese tipo de costumbres son cómo una enfermedad... Que debe ser arrancado de raíz — Masculló, por último, consciente que debía parar su lengua e indirectas, porque incluso Kali lo había observado extrañada por el comentario — Sólo llámame cuando sea hora, los veré en el edificio.
— Iré contigo, necesito respirar un poco — Ethan salió con Aiden detrás, aunque el último tenía una mala cara, seguramente habían discutido.
— Parece que alguien se dio un shot de líquido amniótico al nacer — Vaciló el lycan recibiendo una mala cara de Aiden.
