WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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ALGUNA MAÑANAS, SON MEJORES QUE OTRAS. Cuando Kali entró a la habitación de los chicos, encontró a Naga durmiendo pacíficamente, se veía tan sereno, cada músculo de su cara relajado y sin la habitual expresión de un ceño fruncido de por medio que lo hacía parecer siempre enojado.
Kali se acercó lentamente y se sentó en su cama, pasando un mano por su brazo con una media sonrisa, era como si retrocedieran el tiempo hace unos siete años y pudiera ver a ese niño tímido en su lugar. Ella misma seguía sin entender como Naga había pasado de odiar a Ethan y Aiden, a no poder sacarles un ojo de encima a donde fuera que estuvieran, suponía que había sido el mismo tiempo compartido que les creó su vínculo.
El tacto de Kali despertó al pelinegro, quien pestañeó varias veces antes de abrir sus ojos. Naga se enderezó lentamente frotando sus ojos y cara para sacarse todo rastro de sueño y apariencia mañanera.
— Buenos días.
— Buenos días, pensé que tendría que usar agua.
— Soy más perro que gato. ¿Dónde están los chicos? —preguntó Naga al ver la litera vacía.
Kali sonrió — En la escuela.
—En la escuela... —Asintió Naga, hasta que su mente lo medito y miró alarmado a Kali —¡¿En la escuela?! ¡Demonios, se me hizo tarde!
Naga lo confirmó cuando tomó su teléfono y vio la hora, se suponía que debía de estar allí desde hace treinta minutos, el lycan se controló de lanzar el móvil al otro lado de la habitación. Había puesto la alarma, pero parecía que estaba desarrollando el sueño pesado en exceso, Naga culpaba a todos los hechos que habían acontecido desde hace una semana, o mejor dicho, desde que llegaron a ese pueblo.
— Oye, cálmate — Kali volvió a sentarlo al poner una mano en su pecho y sentarlo, puesto que Naga parecía querer salir corriendo a la escuela — ¿Irás en pijama?
— No, pero me cambiaré en el auto — Elevó sus cejas — Mi motocicleta la traen mañana.
— Pues te llevaré yo si no hay más remedio.
— ¿Tú? — Naga preguntó dudoso.
— Sí, yo. Le diré a Morrell porque llegaste tarde, diré que has estado muy estresado esta semana y así podrás vestirte tranquilo y no atropellar a nadie porque te estás poniendo un calcetín.
Naga rascó su cuello un tanto avergonzado y asintió, Kali se acercó y lo abrazó por los hombros.
— Deucalion se fue por la mañana, pero volverá más tarde.
— Nunca dice a donde va — Comentó Naga pensativo.
— Pero siempre vuelve, y eso es lo importante — Mencionó la alfa, su deber era mantener orden en la manada cuando se hacían muchas preguntas, pero ella misma se las hacía — Vístete, yo iré a hacer algo de café.
