23➹ tejido de cicatrices

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NAGA NO HABÍA TARDADO EN RETOMAR LA RAZÓN, se había puesto de pie de un salto y con una fuerte determinación de por medio. Cuando los tres alfas salieron al pasillo de recepción, encontraron a Melissa McCall al fondo del pasillo, justo en las puertas del elevado, quitando de la pared la punta del bastón de Deucalion - Se había quedado ahí después de lanzárselo a Jennifer en su afán de detener su huida - y examinándola con desconcierto.

Deucalion lo tomo de las manos de Melissa con delicadeza — Gracias, señora McCall.

Los ojos de Melissa se abrieron de par en par y por un segundo, el aire se le atoró en la garganta cuando vio detrás del rubio a Naga de pie junto a Kali, completamente sano y con el único rastro de sangre negra seca en sus ojos. Tenía una expresión sombría, pero entremezclada con enojo.

— Se me corrió un poco el delineador — Bromeó Naga al ver que la enfermera no salía de su asombro mirando esos orbes rojos, que hacían parecer sus ojos más grandes.

— Te estabas muriendo.

— Estaba. Las maravillas que hace una fuerza de voluntad, ¿Eh? — Sonrió cínico.

Melissa trago saliva y asintió mirando esta vez a Deucalion — Eres tú, ¿Verdad?

— ¿Yo? — Deucalion se mostró confuso.

— El malo — Obvió Melissa cuando un relámpago hizo crujir los cielos acompañando esa sonrisa maquiavélica del lobo demonio.

— No tienes idea.

Naga elevó su mirada al techo y vio ese ir y venir de las luces, hasta que se fundieron por completo en un apagón que indicaba la tormenta climática que se acercaba al hospital memorial del condado.

— ¿Enserio? — Naga se jactó con su alfa — El apagón es dramático.

Deucalion lo miró de reojo — Da el toque especial, que ayuda tanto como la señora McCall a nosotros. Naga, vigílala. Venga con nosotros, Melissa, sé que usted podrá darnos un recorrido especial por este hospital.

— Naga ya está curado, ¿Por qué no se van? — Masculló la castaña entre dientes pasando su mirada por cada uno, Kali le gruñó, pero una mirada de advertencia del alfa bastó para mantenerla tranquila.

— Porque voy a enterrar viva a esa bruja por lo que me hizo — Acertó Naga — Y a su hijo sí se interpone.

— Naga, cálmate. No queremos asustar a la señora McCall — Deucalion sonrió encantador, pero era una sonrisa que cortaba como un cuchillo — Perdone los modales del muchacho, pero ya saben cómo son los jóvenes. La emoción les gana.

Nuevos estruendos sacudieron al hospital, los golpes contra las paredes resonaban contra sus oídos, y los gemelos no habían dado ninguna señal positiva durante los últimos pasillos.

WILD ONE¹ ─── Teen Wolf ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora