WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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—¿CÓMO POR QUÉ NO PUEDES SER MI EMISARIA? — Naga aún estaba desconcertado por el no contundente de Morrell cuando se lo pidió —. Lo fuiste de Deucalion por años...
— Y es exactamente por eso que decidí retirarme de ese ámbito.
— Tú no puedes hacer eso simplemente — objetó Naga al parar su caminata por la habitación de hotel dónde se quedaba, puesto que sólo estaba de paso y pronto se iría a la India para continuar con sus nuevas investigaciones —, te necesitamos y es tu deber como druida guiar a una manda.
—Mi deber es con la comunidad sobrenatural, Naga — Morrell aclaró con una ligera sonrisa ladina, negando al ponerse de pie con sus brazos abiertos —. Deucalion casi me mata la última vez, y mira, sin rencores. No me sirven de nada, pero prefiero pasar de ser emisaria de quién sea en los siguientes años. Además, no es como funciona, tú no escoges a tu emisario.
—¡Oh, por favor! — bufó sentándose en el borde de su cama —. McCall lo hizo. ¿O de nuevo llegaremos a la conclusión de que las reglas no aplican para él?
Morrell se sentó lentamente a su lado con una mirada comprensiva — Con mi hermano y Scott, hubo toda una serie de eventos que llevó a que sus caminos se cruzaran e hicieron a Alan salir de su retiro.
— ¿Y cómo encuentro yo a mi emisario?
—Creo que tu pregunta radica más en ¿Cómo saber que podrías confiar en él o ella? — Naga estrechó su mirada en Morrell unos segundos, lo conocía bien —. Creme, te encontrará y sabrás cuando es el momento, que no confíes en alguien tan rápido, se ha convertido en un sexto sentido para ti. Tendrás el presentimiento cuando puedas hacerlo.
—¿Tendré que esperar a que ocurra otro evento mortal para que suceda? — vaciló no muy entusiasta, Marin tomó su mano.
— No pasará mucho tiempo, esto es Beacon Hills.
Habían pasado tres días desde esa conversación, pero Naga le había estado dando vueltas.
— ¿Podríamos parar por unos cinco minutos? Hemos estado caminando por casi una hora — Crisbell gimió reacomodando la mochila con piedras en su espalda.
Naga los había citado el fin de semana después de que terminó la lista en el bosque. Yuma, Novalee y Dexter se reunieron el refugio, todos listos para una aparente "tarde de excursión", sólo para que el lycan vaciara sus suministros, incluyendo agua y celulares para rellenar sus mochilas con las rocas más pesadas que cupieran dentro al llegar a la reserva dónde sólo seguían adentrándose.
—¿Después de que fueron quemados vivos por policías corruptos y semi novatos que se aliaron con otro cazador que aturdió sus sentidos frente a sus narices sin que pudieran hacer algo? No lo creo — respondió yendo al frente, todos sudaban con el sol en su punto más alto y seguían las pisadas apenas visibles que el lycan iba dejando a pesar que ellos dejaban un rastro percibidle, pero una silenciosa Novalee fue borrándolo cuando se dio cuenta.
