WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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PRIMER DÍA DE ESCUELA DE SEGUNDO AÑO O EL PRIMERO EN TODA la vida académica de Naga. Decir que estaba nervioso era cortes, pero el pelinegro trataba de no concentrarse en esa idea, y en cambio centrarse en el verdadero motivo por el que irían a esa escuela; espirar a Scott y sus amigos.
— El desayuno está sobre la barra — Kali avisó por segunda vez, la primera había sido cuando fue a asegurarse que no estuvieran pegados a las sabanas aún o llegarían tarde, afortunadamente, Naga ya tenía la cama lista y se había arreglado.
El lycan los había despertado temprano para no tener problemas con los horarios.
Kali se había retirado de sus cuartos a la cocina, pues dudaba que, entre tanto asunto por arreglar para la escuela, los alfas le hubieran hecho caso respecto a lo que comerían para sobrevivir en la mañana de clases.
— Nos veremos muy lindos, tres alfas aterradores llevando el lunch — Aiden se mofó al repasar la situación y no evitar mofarse de lo ridícula que sonaba — ¿Qué? ¿Aún tenemos once?
Naga rodó los ojos y tomó su bolsa y la de Aiden, entreabriéndola para revisar que era un emparedado.
—Sólo guárdala y deja de quejarte — Masculló estampándole la bolsa a Aiden de paso, Ethan la había empacado en su mochila sin decir una palabra. A decir verdad, el menor de los gemelos parecía ser el único feliz de los tres por volver a estar entre tantas personas a la luz del día —Ya nos vamos.
Kali se giró con esa taza de café en mano y asintió con una media sonrisa.
— Con cuidado...
Naga arqueó una de sus cejas — ¿No te falta algo?
La mujer loba resopló haciendo flotar su flequillo y metiendo su mano en la bolsa de su pantalón para sacar tres llaves — Van a la escuela y vuelven. Los quiero aquí antes de las cinco.
— Sí, mamá, lo que digas — Naga tomó las llaves, pero no pudo contener más esa curiosidad antes de irse —¿Dónde están Ennis y Deucalion?
— Fueron a su propia tarea — Comentó — Al hospital, más tarde tendré que ir con ellos. He oído que están cortos de personal en enfermería.
Kali sorbió de su bebida sin dejar de mirarlo y el lycan se mordió el interior de su mejilla y jugueteó con las llaves en su mano; era bastante claro que para que los tres alfas fueran al hospital, sólo tendrían una tarea: Acabar lo que ellos habían empezado. Probablemente dejarían vivo a Isaac, pero matarían a Braeden; y aunque eso no era algo que le importara demasiado, dejaba a Naga con un estado de frustración al no poder hacerlo el mismo de forma pragmática.
Por no ser eficiente, en una manada de alfas, no existen las equivocaciones. Se suponía que todos debían ser perfectos, la manada suprema por excelencia.
