69➹ repetición no es sincronía

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LAS MANOS DE LYDIA Y NAGA SE ENTRELAZAN mientras caminan juntos por el estacionamiento de Beacon Hills después de bajar de sus respectivos vehículos, y Brett siente que el estómago se le revuelve, sus labios se fruncen a medias junto a sus cejas y odia esa sensación, porque aún desde la ventana de su autobús puede ver la sonrisa genuina de júbilo en la cara del lycan y la alegría que ambos emanan uno del otro entre bromas cuando repasan la exposición que tienen para química esa mañana.

Brett piensa, al verlos -incluso desde la primera vez en la casa del lago- que son como el agua y el aceite, desde cómo se visten, porque Naga va en tonos oscuros que naturalmente se prestan a su aura cruda y Lydia casi siempre con ropa de colores vivos que le daba esa chispa a su esencia, hasta en cómo se dirigen a las personas, como reaccionan y enfrentan las situaciones. Sin embargo, comprende que se complementan.

Brett quiere cree que aún tiene una oportunidad cada que Naga le da una pequeña sonrisa, una mirada detallada, un gesto de atención que no tiene con los otros, porque no es ciego, nota que Naga usa una especie de amabilidad y comprensión que lo hacen sentir importante para el lycan, pero cuando ve el cuadro de la pareja, su mente le repite que debería retirarse porque perderá y se lastimará.

Brett odia perder.

Hay una vocecita en su cabeza que suena demasiado como Satomi, y le dice que los deje ser felices, porque no debería causar un dolor que él no desearía para sí mismo, pero lo que él había tenido era un sentido de atracción que sólo ha estado alimentando a un enamoramiento peligroso, porque probablemente Naga nunca sentiría lo que él puede sentir, no por él al menos. Brett solía burlarse de Liam y sus ataques de ira que podían desencadenarle comportamientos autodestructivos para no dañar a otros, pero ahí estaba él, figurativamente estando caminando al lado de un vacío y arrojándose a él cada vez que veía a Naga.

Porque para Brett siempre es un paso adelante y tres atrás; y sabe que a el destino el gusta jugar con él cuando les anunciaron una semana antes que tendrían partido de lacrosse en Beacon Hills y Naga se acerca apenas lo ve bajando del camión de Devenford al lado de Yuma, dándole una sonrisa burlona, pero no de las crueles, no eran más como la de "mira a quién tenemos aquí", justo como cuando lo encontró solo en la casa del lago y pasaron juntos la tarde.

—¿Vienen a dar el tour?

—En realidad venimos a poner las cosas en su orden natural — Brett responde engreído, claro que sí, quería decir que era sólo él haciendo un personaje para su equipo y sus amigos plásticos, pero en verdad, él mismo lo era, sabía lo que su condición de hombre lobo le permitía y la aprovechaba al máximo—. Ganaremos hoy, podrían venir a ver una derrota vergonzosa y consolar un poco a sus amigos.

—No queremos enviarlos llorando a casa, prometemos ser amables — Yuma agregó con una sonrisa fanfarrona recargándose en el hombro de Brett que no estaba tan fuera de su alcance como para otros.

WILD ONE¹ ─── Teen Wolf ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora