WO | ❝Oh, cariño, yo me vuelvo salvaje cuando estoy contigo.❞
Dónde Naga llega a Beacon Hills junto a la manada de alfas, en busca de un nuevo miembro. Aunque era Deucalion él que lo buscaba, él por su parte, había llegado al pueblo sin mucha...
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—DEXTER, NO TE DÍ MÍ NÚMERO PARA QUE ME ESTÉS ENVIANDO MENSAJES cada cinco minutos—Naga murmuró entre dientes al hacer la llamada después de que su pierna no dejara de vibrar desde que salió de la escuela por las constantes notificaciones de mensajes de su beta más joven.
— Lo sé, dijiste que sólo para cosas importantes, pero ¿En serio somos tan feos cuando nos transformamos o soy sólo yo? ¡Tengo pelo en las mejillas, ayuda!
Naga rodó los ojos e ignoró el tono melodramático del rubio al colgar para hacer silencio a su llegada al hospital de Beacon Hills. Eran las tres, así que aún sin la confirmación de Stiles, Naga intuía que el sheriff ya había salido de su operación, por lo que queriendo cesar ese gusano de intriga sobre sí todo salió bien -además que se negaría a preguntarle directamente a Stiles-, se armó de valor e hizo presencia en la habitación que estaba vacía, encontrando a Noah ya despierto y bastante inquieto viendo un programa al azar en la televisión.
—Nunca entendí Friends — el lycan admitió ladeando su cabeza al recargar su cadera contra la camilla, atrayendo la atención del alguacil —, es decir, era el programa favorito de Kali y me hacía verlo con ella en su cumpleaños, todos se reían, pero yo no entendía los chistes.
—Ah... sí, tampoco es mi preferido, aunque tiene más que ver con que a mí esposa espero toda una semana sólo para ver el episodio donde salía Brad Pitt — Naga ladeó sus labios en una pequeña mueca irónica y Noah lo miró extrañado, notando que estaba inquieto al cambiar de apoyo en su pie casi cada minuto —. Stiles se fue hace unas horas, creo que está con Lydia en casa.
—No estoy aquí por él— aclaró en un tono más bajo al mirarlo de reojo con sus brazos cruzados contra su pecho, Noah no necesitó especificaciones, no se las pediría porque sabía que esa visita era un gran paso de él hacia Naga, un poco de acercamiento que no quería presionar al tentar sus botones—. ¿Qué tal el hombro?
— No perdí el brazo y el seguro no nos dejará en bancarrota, así que supongo que me puedo permitir moverlo — bromeó, o intentó, porque su sonrisa forzada fue el reflejo del pelinegro que no consiguió que la expresión llegara a sus ojos—. No duele casi nada con la morfina.
—Se supone que no debería sentir nada.
—Bueno, eso significa que los últimos efectos están desapareciendo.
—¿Eso es bueno o malo? — interrogó con burla el lycan al arquear una ceja, lo que hizo al sheriff reír por lo bajo y tirar su cabeza contra la almohada al negar con su mirada en el blanco techo de la habitación.
— Estas horas se sintieron como lo más cercano que he tenido a vacaciones en los últimos años.
— Entonces, cierre los ojos y recorra el País de las Maravillas mientras nosotros arrestamos a los Winchester, estoy seguro de que Woody y Ariel están en el caso.
