La Chica Del Aeropuerto - C.V | Corrigiendo |

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El camino a la haladeria lo pasamos hablando y yo aguantando los malos chistes de Christopher, parece que Erick le ha pegado su humor.

Entramos, compré dos helados de chocolate y fuimos a pasear por la playa mientras comíamos nuestros helados.

- Chris te puedo hacer una pregunta?.- pregunté sentándome en la arena

- por supuesto Mía, las que quieras- contestó imitando mi acción, sentándose a mi lado

- ¿Cómo llevas estar lejos de tu familia?.- tenía miedo de hacerle esa pregunta, pero la curiosidad me estaba matando.

- Es algo complicado ¿Sabes?, Por una parte bien, porque todo lo hago por mi mamá y mi abuelita. Ellas son el motor de mi vida. Gracias a mi trabajo le puedo dar la vida que se merecen y se que no les faltara nunca nada. Pero por otro lado las extraño como no te imaginas. No ver a mis hermanitos crecer ni estar con mi familia es duro. Pero todo es por ellos.- agarre su mano y apreté suavemente al ver que una lágrima caía por su mejilla que rápidamente limpio y me miró con una sonrisa.

- Eres una gran persona, Christopher.-
Me miró y me dedico una cálida sonrisa mientras yo miraba atenta el mar.

-Mia! .- me llamo sin mirarme

Lo mire sin contestar esperando que siguiera hablando.

- ¿A quien buscabas en el aeropuerto?

- ¿Enserio quieres saber? Me da vergüenza decírtelo.- Dije volviendo mi vista al mar.

- tengo curiosidad, soy un chico curioso.

- muy curioso diría yo.- dije riéndo flojito

- venga, cuéntamelo.- me miró y dio un pequeño apretón a mi mano que aún teníamos unidas.

Gire la cabeza y suspiré, es mejor contárselo o no parará hasta saberlo

- Bien.- dije soltando el aire que tenía.- cuando estaba esperando para recoger las maletas escuché a alguien reír, una risa que me llamo mucho la atención y estaba buscando de donde venía esa risa. Cuando estaba esperando el taxi volví a oír esa risa y toda mi atención estaba puesta en encontrar a esa persona.

- y lo encontraste? .- preguntó curioso.

- Si, casi cuando me estaba por subir al taxi, lo encontré.- me miró fijamente.

- si te soy sincera me pone feliz saber que encontré a la persona dueña de esa risa, es una risa que enamora solo escucharla. A veces puede ser muy escandalosa pero si te paras a analizarla, es una risa que te hace sonreír.- seguí explicándole mirando al mar fijamente.

No me atrevía a mirarlo a la cara.

- y... ¿Era un chico o una chica? - preguntó dudoso.

- Un chico, muy bello por cierto.

Su cara cambio radical, se puso serio y dejó de mirarme.
Fijo su vista en el mar e intento solar mi mano, pero le apreté para que no me soltara.

- Déjame decirte Chris, que tienes una risa que se oye hasta en Miami beach. -

Al decir eso sí me atreví a mirarlo y me di cuenta del brillo de sus ojos, de lo bien que se veía su sonrisa.

Se giró a mirarme y de pronto sentí que me tiraba en la arena y se puso encima de mi casi aplastandome para que no me moviera.

- Chris el helado, que me mancho.- dije riendo

Intenté poner el helado sobre la arena para no mancharme pero me lo quito de la mano y me paso la cuchara llena de helado por la nariz y la boca mientras yo no paraba de reírme y moverme para que me soltara.