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Desperté con cosquillas en mi espalda. Abrí los ojos y recordé todo lo que había pasado anoche con una sonrisa en la cara.

- Buenos días mi amor.- dijo Chris mientras besaba mi espalda y apartaba el pelo de mi cuello.

Me giré con cuidado para poder verlo a los ojos y sonreí, acariciando su mejilla.

- Buenos días mi café.- me miro sonriendo, arqueando una ceja.

- que es eso de tu café?.- preguntó mientras cerraba los ojos disfrutando de las caricias en la cara- ayer llamé a Richard y me dijo que no querías que me dijera nada solo me dijo algo así como que yo era tu café.

Abrió los ojos y me miró sonriendo.

- si, eres mi café.- contesté acurrucandome en su pecho.

- explicame qué es eso porque no lo entiendo amor.- hablaba abrazándome fuerte, acariciando mi espalda.

- el café provoca efectos en las personas Chris.- asintió sin decir nada.- el café es dulce como tú, a veces amargo como cuando te enfadas o algo te molesta, es adictivo como tus besos, te pone nervioso al igual que tú haces conmigo cuando me miras, me tocas, me sonríes o simplemente sueltas una carcajada, el café te da insomnio, igual que me pasó ayer, que no podía dormir pensando en ti.- levanté mi cabeza de su pecho para mirarlo a los ojos.- tú eres mi café favorito Christopher.

Se quedó mirandome con una sonrisa en la cara.
Notaba su respiración cerca de mi boca, sus manos rodeando mi cintura desnuda, haciendo círculos con los dedos, mis manos en su pecho y nuestras piernas entrelazadas.

Se inclinó un poco y me besó. Un beso dulce, tranquilo.
El mejor beso de buenos días de mi vida.

Al separarnos mordió un poco mi labio inferior riéndose bajito.

- Tú eres mi café, mi morfina, mi amor, mi vida, mi luz, mi novia, eres MIA.- lo último lo dijo riendo, lo que hizo que riera con él.

¿Cómo puede una persona hacerte sentir tantas cosas ?

- eres muy tonto Chris .- dije escondiendo mi cabeza en su cuello.

- Tú tonto, solo tuyo - dejo un beso en mi cabello por la posicion que estábamos.

Después de un rato abrazados entre besos, caricias y manos tontas decidimos levantarnos.

-Voy a la ducha, me esperas y desayunamos juntos?.- pregunté mientras me incorporaba.

No me contestó, se quedó mirandome cuando me levante y me dirigí al baño. No recordaba que estaba totalmente desnuda y el muy tonto no dejaba de mirarme.

- necesitas ayuda en la ducha? .- pregunto con una sonrisa pervertida y la mirada oscura.

Gire sobre mis pies y lo mire.
Estaba sentado en la cama, con la espalda en la pared, tapado de cintura para abajo con la sábana blanca y los brazos cruzados mientras me miraba mordiendo su labio.

Me apoye en el marco de la puerta del baño, aún desnuda, mirándolo.

Se levantó y al ver su cuerpo no pude evitar recorrerlo con la mirada de arriba hacia abajo mordiéndome el labio.

Venía caminando hacia a mi lentamente, con una sonrisa que daba miedo.
Pero yo no me movía de mi lugar.

Se acerco a mí y me agarró por los muslos, levantándome del suelo, haciendo que enroye mis piernas en su cadera y mis manos en su cuello.

Me besó, un beso fuerte, de esos que te dicen lo que te quiere hacer sin que hable.
Su lengua entro en mi boca, jugando con mi lengua, para terminar mordiendo mi labio inferior

La Chica Del Aeropuerto - C.V  | Corrigiendo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora