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NARRA MIA

Llegue a casa de mi madre. Gracias a Dios que ya no vivía en el departamento de Chris.
Se había mudado a una bonita casa con Julian.
Había espacio para poder mudarme con ella.

Me baje del coche. Saque las maletas con la ropa de mis hijos y cargue a Mateo en mis brazos.

Llame al timbre y enseguida me abrió mi madre.
Al verme frente a la puerta con maletas y llorando, me abrazo fuerte sin decir nada.
Era lo que necesitaba en ese momento.
Necesitaba a mi madre.

Entramos a la casa, dejando las maletas en el recibidor.

En senté en el sofá de la sala, dejando a Mateo en el suelo para que jugara.

-¿Que ha pasado Mía?- hablo mi madre, sentándose a mi lado

- Me he ido de casa. - hablé sin mirarla.

- ¿Te ha hecho algo? ¿Estás bien? - sonaba preocupada

- Tranquilízate - la mire a la cara- El sería incapaz de ponerme una mano encima. Lo sabes. - asintió suspirando a mis palabras

- Cuéntame Mía.

- Lo que ha hecho duele más que un golpe mamá. Me ha engañado.

-¿Que? - preguntó sorprendida

Es normal que pregunte así. Después de ver la relacion que tenía con Chris, a nuestro alrededor todo era perfecto. Nuestra relación era perfecta. Solo demostrabamos amor al mundo. Como todas las parejas siempre teníamos nuestros más y nuestros menos, pero el amor que había entre nosotros, superaba todo lo demás.

- Ayer cuando dejé a Luz en clases de canto - me costaba hablar. No podía parar de llorar, esa imagen no salía de mi cabeza

- Tranquila Mía. Respira y cuéntame

- La deje en clases - hablé respirando hondo- a la vuelta la calle estaba cortada y desviaron el tráfico. Tuve que parar porque justo tú me llamaste - ella asentía mirandome- pare frente a un callejón. Y lo ví. Estaba con dos mujeres. Lo llame por teléfono, mientras lo tenía frente a mi y me dijo que seguía grabando. Que aún no había terminado de trabajar y que llegaría tarde a casa. Me mintió , mamá, me mintió.

Cuando termine de hablar, rompí en llanto entre los brazos de mi madre. Que me abrazaba con fuerza, besando mi cabello.

- ¿Nos podemos quedar aquí? - pregunté aún entre sus brazos.

- No tienes que preguntar, Mía. Es tu casa.

Pase toda la mañana abrazada a mi madre.
La necesitaba a mi lado. Necesitaba sus abrazos.

Mi madre fue a buscar a Luz al colegio.
Agradecía que ayer durmiera con Richard y que el la hubiera dejado en el colegio en la mañana.
No me gusta que mis hijos vean a sus padres discutir y si Luz hubiera visto algo, no podría perdonarmelo en la vida.

Cuando llego a casa, tuvimos que explicarle que ahora viviríamos con la abuela.
Comenzó a llorar. No lo entendía. Decía que quería a su padre.
Sabía que esto iba a ser lo peor. Explicarle a Luz que ya no viviría con el, era lo más difícil.
Tuve que decirle que Chris estaba muy ocupado y que por ese motivo tendríamos que estar con la abuela.
Tres horas me costó convencerla. Pero acabo tranquilizandose cuando le dije que vería a papá cuando ella quisiera. Que el vivir en otra casa, no quería decir que no lo volvería a ver.

Ese día no tuve noticias de Chris. Tampoco tenía ganas de saber de él.
No llamo a la hora de la cena, como hacía siempre que estaba fuera de casa y eso Luz lo noto.
Vi tristeza en la mirada de mi hija. Estaba comiendo, en silencio. Con la mirada perdida en el plato de comida.
Me dolía verla así.

La Chica Del Aeropuerto - C.V  | Corrigiendo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora