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Cuando Richard se fue, me tumbe en el sofá a pensar en todo lo que habíamos hablado.
Necesitaba hablar con Chris.

Abrí WhatsApp y le escribi esperando que estuviese despierto aún.

Después de ese mensaje no recibí respuesta, me quede mirando la pantalla del teléfono esperando una respuesta y nada

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Después de ese mensaje no recibí respuesta, me quede mirando la pantalla del teléfono esperando una respuesta y nada.

Estaba tumbada en el sofá mirando el techo cuando sonó la puerta.

Me levanté asustada, es muy tarde para que alguien venga.

Sonreí al ver quién había al otro lado y sin decir nada me levantó en los aires. Cerró la puerta con el pie y se sentó en el sofá conmigo encima, sin soltarme, oliendo mi pelo,con su cabeza en mi cuello y abrazandome por la cintura

- quién necesitaba el abrazo tú o yo?.- pregunté después de 5 minutos.

- Los dos .- noté como vibraba mi cuello a causa de su risa.

Con las dos manos tome tu cara por las mejillas, levantándola para que me mirase a la cara.

- Te quiero mucho Mía.-dijo mirándome a los ojos provocando todo un zoológico en mi interior.

- Te quiero mucho Christopher.- con una sonrisa de oreja a oreja se acercó a mí y me besó

Era un beso diferente a los demás, un beso que demostraba mucho más de lo que nos decidamos.

Quito una mano de mi cintura y la subio a mi mejilla acariciandola con delicadeza, lleve mis manos a su cuello jugando con el cabello de su nuca.

Le quite la gorra para poder tocar bien su pelo. Seguíamos besándonos y de vez en cuando mordía mi labio haciéndome sonreír a mitad del beso. La mano que tenía en mi cintura bajo un poco a mi trasero apretándolo, la otra mano la bajo por mi cuerpo acariciando todo lo que encontraba por su paso; cuello, clavícula, brazo, cintura, cadera hasta dejarla en mi pierna y apretar un suavemente.

Yo seguía sentada a horcajadas sobre el, en la misma posición que el me puso para abrázame.

El beso estaba subiendo de nivel, ya no era un beso suave y lento. Ahora era un beso salvaje y necesitado, un beso húmedo. Por falta de aire nos teníamos que separar pero volvíamos a unir los labios con más ganas que el anterior.

Mis manos bajaron hasta su cintura jugando con el filo de su camiseta que empecé a subir, acariciando su abdomen lentamente hasta quitarsela por completo.

Me pegó más él si es que se podía, con sus manos en mi trasero. Me moví encima de su entrepierna, notando lo feliz que estaba.

Se me escapan gemidos que el callaba con besos. Bajó los besos por mi cuello y sus manos subieron a mis caderas, incline mi cabeza a un lado para darle más acceso al cuello mientras sus manos subían mi camiseta poco a poco.

La Chica Del Aeropuerto - C.V  | Corrigiendo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora