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No sé en qué momento me pareció buena idea dejar que Christopher comprara mi ropa.

Estábamos en el centro comercial y ya habíamos recorrido el 80% de las tiendas.
Cada cosa en la que me fijaba la compraba.
Según el, porque nunca acepto nada y no iba a desaprovechar esta oportunidad.
Hasta cosas para la bebe compró.
Este hombre no puede salir de casa. Esta loco.

Lo más divertido es que le daba igual estar rodeado de gente. El no iba a cohibirse de nada.

En la segunda tienda en la que entramos yo estaba viendo unas camisas y el se fue a la sección de ropa interior. No sé el motivo pero todo su empeño era en comprarme ropa interior. Esta demás decir que toda la que elegía no era nada cómoda para embarazadas.

Estaba mirando las camisas cuando lo escuché hablar con alguien y me giré.
Tenía curiosidad.

Dos chicas se acercaron a él a pedirle fotos. Eran fans.
El muy amablemente como siempre consintiendo los deseos de sus fans.
Hasta ahí todo iba perfecto hasta que le pregunto a las dos chicas si un tanga de hilo fino era cómodo para una embarazada.

Yo no sabía dónde meterme.
Este hombre no tiene vergüenza de nada.
Las chicas empezaron a reír pero lo más gracioso fue que estuvieron un rato con el eligiendo ropa interior.

No sé si lo que sentí en ese momento fue vergüenza o ternura de verlo tan dedicado buscando algo para mí.

La parte buena de todo es que esas fans se llevaron el recuerdo de estar con su ídolo hablando de ropa interior.

Dos horas después nos encontrábamos sentados tomando un helado en el centro comercial.
Espero que esta obsesión por los helados se me quite pronto. Voy a engordar 30kg si sigo con este ritmo.

Hacía mucho tiempo que no me divertía tanto. Creo que desde que empecé mi relación con Chris no hemos pasado un día solos los dos. Siempre hemos estado con alguien a nuestro alrededor.
Los chicos, su familia o simplemente alguno de los dos tenía que ir a trabajar.
El estar tan tranquilos sin estar pendiente del reloj, me daba la vida.

Después de terminar el helado y ver a Chris pelear con las 20 bolsas que llevaba al meterlas al coche, fuimos a ver a Renato.

No sé cuánto tiempo llevaban sin verse pero Chris parecía un niño pequeño, ilusionado.
Se ve que lo quiere mucho.

Llegamos al lugar, parecia como un estudio de grabación o algo asi.

Al entrar, Chris miraba todo atentamente con nostalgia. Parece que tenía recuerdos de este lugar.

Saludaba a todas las personas que se cruzaban en nuestro camino.

Algo me decía Chris a venido aquí más de una vez.

Entramos a un cuarto y efectivamente, era un estudio de grabación.

Estaba Renato solo, mirando algo en el ordenador y al vernos se levantó a toda prisa para abrazar a Chris.

No podía dejar de sonreír al verlo tan feliz.
Decidí mandar un mensaje a los chicos para que vinieran también. Seguro Chris no los ha avisado y a Renato le hará ilusión verlos a todos juntos.

Después de mandar el mensaje, guarde el móvil y me uni a la conversación que tenían.

Renato se preocupaba por la vida de Chris, le preguntaba por su familia. El como me había conocido y le regaño por un par de cosas que salieron en la prensa antes de estar conmigo.
Sin conocerme el ya me trataba como si fuera de la familia. Me hacía sentir bien.

Al rato de estar ahí, alguien tocó la puerta insistentemente.
Renato fue a levantarse a abrir pero no le dio tiempo cuando ya tenía cuatro cuerpo encima de él abrazándolo y gritando como locos.

La Chica Del Aeropuerto - C.V  | Corrigiendo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora