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Yo ya estaba en la cama, con la espalda apoyada en la pared, tapado solo hasta la cintura. Mientras Mía se cambiada, yo tan solo me quite la ropa, no me gusta dormir con pijama, solo uso mis boxers.

La mire y se cambió con lo que desde hace uno meses era su pijama favorito.
Una camiseta blanca que me robó, le quedaba justo por debajo del trasero.
Está mujer es sexy hasta con una camiseta vieja y roñosa.

Se estaba desmaquillando frente al espejo, dejándome ver un poco de su lindo culito, no podía apartar la mirada de ella, con su pelo recogido en un moño alto, descalza, dejando a la vista sus hermosas piernas.

Mirándola y recorriendo su cuerpo con mis ojos recordé que no le había dado su regalo, que aún estaba en el auto de mi mamá. Espero que para mañana las flores aún estén en buen estado. Si no tendré que ir a comprar otras.

Mía se giró mirándome de una manera que me intimidaba pero a la vez me volvía loco.

Camino despacio hacia mí y se subió a la cama pero en vez de ponerse en su lado, quito la sábana que cubrían mis piernas y se sentó encima de mi.

Lleve mis manos a su culo, metiendolas por debajo de la camiseta y ahí me di cuenta que ya no llevaba ropa interior

¿En qué momento se la ha quitado? Abrí los ojos por la sorpresa y la miré.

Ella no dijo nada tan solo empezó a mover sus caderas sobre mi bulto.

- Chris... - dijo sin dejar de moverse, susurrando en mi oído mientras yo sobaba su culo y besaba su cuello.

Levanté la cabeza buscando su mirada. Cuando me miró, estaba mordiendo su labio, sin dejar de moverse sobre mi.

- Follame - susurro, mirándome fijamente. Moviendo sus caderas más rápido sobre mí ya notoria erección.

Eso me había matado, sin decir nada levanté su camiseta sacándola sobre su cabeza y mordí uno de sus pechos salvajemente.

El decirme eso de esa manera hizo que perdiera el control.

En un movimiento rápido yo ya estaba sobre ella, su mirada era oscura y mordía su labio sonriendo.

Baje un poco mi bóxer sacando mi erección y me hundí en ella.

-Aaahhh - gimió arqueando si espalda.

- me vuelves loco Mía,- dije mordiendo un pezón.

Me puse de rodillas en la cama con mis manos en su cintura, pegándola a mí con fuerza.
Movía mi pelvis con fuerza, embistiendola rápido. Ella gemía sin parar.

Lleve una de mis manos a su pecho y seguía entrando y saliendo de ella mientras pellizcaba su pezón.

Quería volverla loca. No puede pedirme que la folle y quedarse tan tranquila.

La mano que tenía en su cintura la puse cobre su zona íntima, moviendo mi dedo pulgar frotando su clítoris.

- aahhh Chris...to..pheer. - se mordía el labio fuerte, arqueando sus espalda y gemía como loca

Me había vuelto loco. Aumente la velocidad de los movimientos.
En esa habitación solo se escuchaban gemidos y el sonido de la cama chocar en la pared.

- Chris... - la mano que tenía en su pecho la lleve a la cama junto a su cabeza, apoyando mi peso para no dañar a Mía, sin dejar de moverme dentro de ella me acerqué a su oido

- correte Mia, correte conmigo, correte para mí. - susurré en su oído con voz ronca, cambiando el ritmo de las embestidas que ahora eran lentas y profundas

La Chica Del Aeropuerto - C.V  | Corrigiendo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora