La Chica Del Aeropuerto - C.V | Corrigiendo |

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Me quedé con la mirada fija en el test y en ese momento creo que olvide hasta como se respiraba.

Positivo

En parte estaba feliz de saber que sería papá de nuevo, pero era una locura. Mateo aún es un bebé.

Mire a Mía que estaba tumbada a mi lado relajada con los ojos cerrados.
Después de un rato con el test en la mano, decidí molestar a Mía.

"Avísame cuando salga negativo" pero no dijo que le dijera si salía positivo.
Mi momento favorito del día ha llegado.

Estaba feliz por la noticia que solo yo sabía. Iba a jugar con eso

- Amor, te dejo dormir. Voy a la piscina con Luz y mi mama- hablé levantandome del sofá

- ¿El test? - pregunto abriendo los ojos.

- lo voy a guardar de recuerdo- hablé en voz alta caminando a la puerta de la sala

- No me has dicho que ha salido Christopher-

- Me has dicho que te avise cuando salga negativo. - me giré para mirarla. Que ya estaba sentada mirándome fijamente

- Si y no me has dicho nada.

- Claro. En 9 meses cuando te hagas otro y salga negativo, te aviso. - hablé aguantandome la risa

- deja las bromas Vélez. - habló sería acercándose a mi.

- No estoy bromeando. - saque el test que llevaba en el bolsillo y se lo mostré - tu hija tenía razón.

Agarró el test y su cara cambiaba de sorprendida a felicidad, de felicidad a miedo y de nuevo a felicidad.

Adoro mirarla a la cara. Es tan expresiva que con solo el movimiento de sus cejas ya me lo dice todo.

- ¿Otro? - me miró con miedo

- Te dije cinco. Vamos por el tercero. - sonreí, acariciando su mejilla

El molestarla había pasado a un segundo plano. Ahora solo quería disfrutar este momento con ella.

- Estás loco su piensas que vamos a tener cinco hijos. Te pones un condón.

- Estás loca tú, si piensas que voy a hacer eso. Sin gomita se siente más rico, mi amor.

- hay que buscar una solución Chris. No puede ser que seamos como conejos y no nos cuidemos.

Se notaba realmente preocupada. Y en parte yo también lo estaba. Era una auténtica locura, otro bebe en casa, pero ya no hay vuelta atrás.

- Lo miramos ¿si?. Ahora vamos a disfrutar de lo que viene y después nos preocupamos por lo demás.

Salimos a la piscina con mis otras dos mujeres y estuvimos jugando con ellas un rato.
No le dijimos nada a mi mamá.
Queríamos ir al doctor antes y ver que todo estaba bien, antes de decir nada a nadie.
Si está embarazada, es de poco tiempo y queríamos asegurar todo.

Cuando mi mamá se fue. Mia preparo la cena y yo me encargue de obligar a Luz a bañarse.
Ahora entiendo a Mia. Es igual a mi, para todo tiene una excusa. En su cabeza no entraba que el estar horas metida en una piscina no es bañarse. Que aún así tenía que darse una ducha.
Me costó más de una hora conseguir que decidiese entrar a la ducha, pero lo logré. Me sentía hasta orgulloso de mí mismo.

Mientras Luz se bañaba, yo aproveche y cambie su ropita a Mateo.
Estaba enamorado de mis hijos.
Luz, mi pequeña princesa de ojos color cielo y Mateo, mi muñequito perfecto. Cada día se parecía más a mí.