[Completa] Jenedith Roux no lleva una vida perfecta y su refugio son sus amigas y el judo.
Los problemas empiezan cuando el director del instituto Atlas les da la noticia de que pronto tendrán la presencia del modelo masculino del momento como nue...
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Jen
Seguía conmocionada, no estaba pensando con claridad. Demandarlo por acoso no me parecía lo más razonable porque posiblemente haría su movimiento de exponerme ante todos. Hablar con Milly y Vega no me serviría más que para darles ánimos de enfrentarse a Dim Kelly, pero eso provocaría su ira y cumpliría su amenaza. Decirle al director estaba descartado, expondría de todas formas lo que era mi madre y no quería eso.
No quería que la señalaran como una mujer de vida fácil y vulgar, y tampoco deseaba ser etiquetada como su posible remplazo—que jamás sucederá—,pero la idea ahí la tendrían y empezarían los acasos, aunque los amenazara a golpes no me bastaría.
Estaba atada por donde quiera que voltease a ver.
—Eres ruin ¿cómo se te ocurre meterte con mi madre?
Elevó sus cejas impresionado y sonrió lentamente de una forma diabólica.
—Con que tu madre es la mujer de la foto, vaya revelación —se burla mientras miraba su café y después me miró—. Me importa una mierda quien sea, así que ahora me perteneces por completo y harás lo que diga cuando lo diga.
Con su mano echa puño golpeó la mesa tres veces y se levantó de la silla. No me pidió acompañarlo así que supuse que me dejaría tirada aquí. Una idea espantosa corría por mi mente, me giré para sujetarlo de la chaqueta y detenerlo.
Él se detuvo y me miró por encima de su hombro.
—Cuando dices que... haré lo que digas cuando lo digas —tenía mis ojos en el suelo, pero decidí levantar la vista para ver su fría mirada—. ¿También te refieres... a... s-sexo?
Nos observábamos mutuamente, fueron unos segundos muy largos y el cabrón no me decía nada.
Sacudió su brazo para obligarme a soltarlo.
—Prepárate para lo que sea.
La gente a nuestro alrededor nos observaba con atención y rogaba porque no hubieran escuchado la conversación. Dim Kelly desapareció del lugar, dejándome con la incertidumbre y el miedo.
Me sentía completamente sola, no podía decirle a alguien nada de esto porque lo que quería evitar era evidenciar a mi madre, a pesar de todo lo que me hizo sufrir la quería y mi intención jamás seria hacerle daño.
Mis lágrimas fueron inminentes.
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Dim
Me detuve al ver la luz escarlata y no pude evitar que pasara por mi mente la mirada de desesperación de Jenedith. Le afectó realmente que descubriera su secreto y mucho más por usarlo en su contra.
Me deslindé de esos pensamientos y puse ambas manos en el volante para apretarlo un poco.
—Si hubiera sido otra persona igual lo hubieras hecho, Dimitri —me convencí de eso.