El departamento parecía más lúgubre que de costumbre, y la suciedad aumentaba cada vez más que era difícil encontrar un espacio libre.
— ¡Iagh! A ver cuando vienes temprano para asear este lugar.
Me sentía tan exhausta que deseaba dejarme caer al suelo y dormir, pero de solo ver el asqueroso lugar me esforcé mentalmente para evitar caer del cansancio. Volteé a ver a Bethany quien mandó al suelo un montón de basura de una mesita y dejó su bolsa encima.
—Maldita sea, que basurero —se quejó.
—Deberías de limpiar tú, eres quien vive aquí —respondí.
—Tengo unas uñas impecables y no las arruinaré por hacer algo que puedes hacer tú —agrega con prepotencia.
No parecía que yo fuese su hija, esta mujer me desquiciaba por su manera de tratarme.
— ¿Ahora qué quieres?
Bethany se acomodó en el colchón lleno de ropa, estiró sus brazos en el borde del mueble y cruzó una pierna, enseñando de más con ese corto atuendo.
—Este fin de semana habrá una increíble fiesta en un club y quiero llevar a otra dama de compañía —me observó de abajo hacia arriba—. Joven.
Me crucé de brazos.
—Me estás explotando ¿Sabes?, soy tu hija ¡Con un carajo!
Frunció la nariz y se rio.
—Que exageración la tuya, Jen, te dije que serías dama de compañía no una ramera —aclara con cinismo—. Ya sabes lo que puede pasar si me retas, seductora.
Esto era una pesadilla de la vida real y en cualquier momento mi bomba interna iba a detonarse para al fin volverme loca.
Llevé mi peso a un lado de mi cuerpo y observé con atención a la vulgar mujer que no tenía ni si quiera una pizca de compasión por su propia hija.
—No he querido hacerles caso a los padres de Milly y Vega de tener que denunciarte por abuso y maltrato —comenté y sentí como la voz se me quebraba—. Es por amor a ti, porque eres mi madre, la mujer que me dio la vida y tú ni si quiera te compadeces de mí y a lo que me expones.
Me quité las lágrimas al ver que Bethany no se inmutaba por mi dolor.
—Eres un ser cruel y egoísta que solo siente amor por sí misma —refunfuñé muy resentida—. Y estoy harta de tener que solaparte y acompañarte a todos esos nauseabundos lugares en donde corro el riesgo de ser violada.
—Ay, Jenedith, sabes defenderte ¿O ya no te acuerdas de lo que ocurrió aquella noche? —me miró con malicia.
Mi cabeza era atacada con esas imágenes relámpago que habían sido bloqueadas. Me llevé las manos entre mis cabellos.
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Arrogante y sensual
Teen Fiction[Completa] Jenedith Roux no lleva una vida perfecta y su refugio son sus amigas y el judo. Los problemas empiezan cuando el director del instituto Atlas les da la noticia de que pronto tendrán la presencia del modelo masculino del momento como nue...