[Completa] Jenedith Roux no lleva una vida perfecta y su refugio son sus amigas y el judo.
Los problemas empiezan cuando el director del instituto Atlas les da la noticia de que pronto tendrán la presencia del modelo masculino del momento como nue...
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El doctor Dermont nos llevó a todos a Bougainville. En el ambiente predominaba un aire de extrañeza y todo se deducía a mi presencia. Mientras ojeaba el menú miré de reojo a Jenedith, quien se sentó a mi lado y del otro estaba Chip.
El hermano de mi novia dejó el menú sobre la mesa, se cruzó de brazos y nos miró, intrigado.
—Bueno, ¿Cuándo se decidirán a hablar?
—Chip —lo reprendió Sarah.
Chip se dejó caer en su asiento.
—Creo que todos los presentes queremos saber qué ha ocurrido, Dim Kelly ha regresado.
Cerré el menú y miré con atención a Chip. El doctor Dermont estaba a la cabeza de nuestra mesa y de su lado derecho se encontraba Sarah, intentando no meterse tanto en la conversación, toda su atención se centraba en el menú.
—Decidí buscar a Jenedith —confesé—, me enteré de los Juegos aquí y por eso vine.
—Eso es muy romántico, me recuerda al drama coreano que vi hace como tres meses donde el chico...
Vega detuvo su perorata al ver que muchos ojos le gritaban silencio, la chica se limitó a regresar su vista al menú con una torcida de labios.
—Mi serie estuvo buena, ustedes se lo pierden.
—Yo creo que nunca se dejaron de querer, solo que hace cuatro años no eran tan maduros —opinó Milly, como siempre bien acertada—. En lo personal a mí me da mucho gusto, te ves espectacular, Dim.
Sonreí y mis ojos se fueron a Jenedith.
—Dim desde hace tiempo que ha sido el chico de mi vida —comentó sin rodeos—, y como Milly, creo que esta es nuestra segunda oportunidad, y quiero aprovecharla.
—Queremos —corregí—. Y... para eso —miré al doctor—, quiero casarme con su hija.
Vega tosió de golpe al tomar de su copa de vino, Sarah abrió grande su boca de la impresión, Chip lentamente fue cambiado su expresión de tranquilidad y patidifuso. El doctor Dermont arqueó sus cejas. Todos mudos, incluyendo a Jenedith.
—Por Dios —suspiró la señora Dermont—, que... sorpresa.
Jenedith pasó de pálida y una tonalidad roja y tomé su mano sobre la mesa para transmitirle toda mi seguridad. Incluso acerqué mi rodilla a la suya bajó la mesa.
—Amo a su hija y quiero que sea mi esposa.
—Joder, estoy viviendo dentro de un drama coreano y soy un personaje secundario.
Evité prestarle atención al comentario absurdo de Vega.
—Creo que se están apresurando —dijo Chip antes de que hablara su padre.
Fruncí las cejas.
—En esta ocasión estoy de acuerdo con Chip. Apenas se han reencontrado y el matrimonio no es un juego, muchachos, podrían continuar con su noviazgo, por mí no hay inconveniente, pero váyanse lento.