Una cena sorpresa fuera de la casa era lo último que Marinette necesitaba en ese momento, pero no estaba en sus manos negarse. Ni siquiera supo dónde era hasta que estuvieron en el lugar en cuestión, el hotel Le Grand París.
A los alrededores había una gran cantidad de fans esperando, aunque una valla les impedía acercarse. Les permitieron unos minutos para poder saludar a las personas que estaban más cerca.
Dentro del hotel las recibió el alcalde de París y padre de Chloe, André Bourgeois. Chloe se lanzó a sus brazos sin dudarlo. El hombre la abrazó con cariño antes de saludar a las demás invitadas.
— ¡Bienvenidas al Le Grand Paris, chicas! ¡Es un honor para mí recibirlas a todas, especialmente a mi niñita! —Sonrió a su hija con entusiasmo—. Me alegra informaros de que vais a tener una cena exclusiva en nuestro hotel, con una sala completamente reservada para vosotras. Por favor, acompañadme. ¡Qué gran honor! —repitió. Se notaba realmente entusiasmado, casi era enternecedor.
Marinette había estado antes en aquel hotel, pero solo como trabajadora. Nunca como invitada, era demasiado caro como para poder permitírselo. Conocía a los trabajadores que había allí, especialmente a Marlena Césaire, la madre de Alya y chef del hotel.
La vio cuando por fin llegaron a la sala reservada para ellos. Hizo el intento de ir a saludarla, pero Nathalie le colocó una mano en el hombro para impedírselo y obligarla a mantenerse en su sitio. Apenas pudo dedicarle una sonrisa que fue correspondida de manera breve.
Aquella sala era una de las más pequeñas del hotel, pero resultaba lo suficientemente espaciosa para las cuatro y Adrien. La mesa, habitualmente ideada para más de diez personas, les daba el espacio suficiente para que se sentaran a gusto.
— ¡El equipo de cocineros y yo esperamos que nuestra comida sea de vuestro agrado! —dijo el alcalde—. Si es así, no nos molestaría ser una opción para la boda —Su mirada pasó de Adrien a Marinette, como si ni siquiera contemplara a las demás—. Podéis probar lo que deseéis de nuestro menú, invita la casa.
—Lo tendré en cuenta, señor Bourgeois –dijo Adrien con cortesía.
A nadie le pasó desapercibido que hablara en singular.
— ¡Eres tan genial, papi! —lo admiró Chloe.
—Gracias, cielito mío. Todo lo que sea para la mejor dama de honor que va a existir.
Chloe soltó una risita y Marinette tuvo que apartar la mirada con vergüenza.
Nathalie las dejó solas al cabo de un rato, aunque señaló que estaría cerca, vigilante por si había problemas. Casi parecía más una amenaza.
Pidieron sus platos y esperaron en silencio a que les sirvieran. Marinette agradecía conocer bien la especialidad de la madre de Alya, merluza con salsa bretaña y ensalada de tomates agridulces. Olió el plato con placer cuando por fin lo tuvo delante. Nunca decepcionaba.
—¿Os gusta la comida? —Preguntó Adrien intentando ser amable—. Mis setas con salsa de soja están deliciosas.
Kagami lo miró de reojo antes de volver a centrarse en su plato. Chloe removió su sopa sin decir una palabra, y Marinette simplemente lo ignoró. Hasta él debía haberse dado cuenta de que todas estaban enfadadas, aunque no entendiera los motivos.
—Mi solomillo también —respondió Lila, viendo que ninguna de las demás estaba dispuesta a seguir su conversación—. ¿Quieres compartir nuestros platos, Adrien?
Marinette casi sintió que se atragantaba con la merluza, pero logró disimularlo bebiendo un poco de agua.
—Prefiero que no, Lila —dijo Adrien con un tono de voz mucho más cortante—. Es mejor que cada uno se coma lo suyo.
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¿Quién quiere casarse con un modelo? AU Adrinette
FanfictionEl concurso del año ha llegado, esta vez con la participación de Adrien Agreste, que tendrá que convivir durante unos meses con cuatro pretendientas totalmente diferentes que se disputarán su amor. ¿Quién será la favorita de Adrien? ¿Triunfará el am...