Capítulo 43

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Os aparecen las canciones que publico al inicio de los capítulos? Porque acabo de darme cuenta que no se guardan y se me ha quedado buena cara de payasa 😂

En fin, aquí os dejo el capítulo 43.

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Abrió los ojos con lentitud. Le costó reconocer el lugar en el que estaba, pero pronto la memoria cumplió su función. Había salido de la casa, así que, lógicamente, ya no vería más la habitación lujosa en la que se había despertado durante los últimos meses. Se encontraba tumbada en la cama de su verdadera habitación, esa que Alya y ella habían echado a suertes al convertirse en compañeras de piso.

Estaba sorprendentemente limpia, Alya o sus padres debían haberlo preparado todo para su llegada. Su cama tenía una colcha nueva, pero más allá de eso, todo seguía igual a como lo había dejado. El armario en la esquina, la cómoda, las estanterías repletas de dvds y libros, su mesa de dibujo... También estaban allí la cama y el rascador de Tikki, apilados en una esquina.

De inmediato se sintió culpable. Había olvidado el propósito inicial que la había llevado a aquel programa, ni siquiera sabía cuál era el estado de su gata, no había tenido fuerzas para preguntar.

Salió de la habitación con impaciencia por encontrar a Alya y preguntarle al respecto. Supuso que estaba en la cocina cuando le llegó un olor a pan tostado.

—¿Alya? —La llamó acercándose hacia allí.

—Buenos días, Bella Durmiente —A pesar de que le sonreía, Marinette vio cierta preocupación en sus ojos—. Te estoy preparando unas tostadas. Imagino que debes tener hambre, ayer apenas pudiste descansar ni comer. Y los nutrientes son muy importantes para una vida sana.

—¿Por qué hablas como mi madre?

—Porque ella me ha ordenado decirte todo eso y obligarte a comer —se sinceró. Acto seguido, Alya la obligó a sentarse en un taburete frente a la mesa de la cocina, donde depositó las tostadas y un café—. Y si se entera de que no cumplo, vendrá ella a obligarte después de matarme.

Marinette suspiró y negó con la cabeza, apartando la tostada con una mano. Odiaba cuando se confabulaban en su contra.

—No tengo hambre. Solo quería preguntarte por Tikki. Debí haberlo hecho ayer, pero...

Alya volvió a empujar el plato en su dirección.

—A comer.

—Solo quiero saber cómo está mi gata —suplicó.

—Está bien, reacciona favorablemente a su tratamiento. Te lo prometo, llamo casi todos los días a esa clínica. ¿Sabes que hasta le dan masajes relajantes? Ni siquiera querrá regresar a casa —bromeó.

—Genial, ahora no me querrá ni siquiera mi gata —respondió Marinette con poco ánimo.

—¡Marinette! —exclamó Alya, cruzándose de brazos enfadada—. Aquí todos te queremos. Y ahora, a comer —ordenó.

Marinette por fin obedeció, esperando que tener algo en el estómago la ayudara a ser capaz de comportarse como una persona normal.

El ruido de Alya arrastrando una silla para sentarse a su lado la sacó de sus pensamientos. No se sorprendió cuando sintió sus manos unidas en una señal de apoyo.

—Mira, el cambio al mundo real va a ser muy duro. No puedo ni imaginar cómo te sientes, pero no vas a estar sola en esto. Estoy yo, tus padres, mi madre, tus fans...

—No me hables de mis fans —la interrumpió con alarma—. Yo no tengo fans. Solo eran fans de algo que ya nunca podrá suceder.

—¿Qué? —Alya la miró sin entender—. Te equivocas. Hablo de tus fans, no los fans del adrinette —Marinette la miró enfurecida, había tratado de no pensar en esa palabra—. Has causado una gran sensación entre el público, no te imaginas los boicots contra el programa que están en marcha ahora mismo. Y es todo por ti.

¿Quién quiere casarse con un modelo? AU AdrinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora