La situación en la casa estaba en la máxima tensión, así que Adrien se había aferrado a su cita con Marinette como si fuera su único salvavidas. Era su primera cita, y estaba claro que la última durante el programa, así que no podía ser cualquier cosa.
Había imaginado miles de citas románticas que podían compartir, pero su ánimo decayó cuando se dio cuenta de que sus expectativas estaban lejos de cumplirse. En lugar de un sitio romántico y acorde con sus sentimientos, estaban en un parque infantil con castillos y colchonetas hinchables.
—Creo que ha habido un error —murmuró con una sonrisa nerviosa—. Puede que Gorila se haya equivocado de sitio, es lo más seguro. Regresaremos y se lo diré muy tranquilamente...
Marinette lo detuvo agarrándolo de un brazo. Negó con la cabeza mientras intentaba ocultar una sonrisa.
—Claro, estoy segura de que han colocado cámaras por pura casualidad...
Adrien ni siquiera se había fijado en ese detalle, tan acostumbrado como estaba a la vigilancia constante.
—¿Quién dice que no haya habido una serie de circunstancias que han conducido al error a todo el mundo? —sugirió con convicción—. Es muy posible.
Marinette rodó los ojos. Tomó su mano y tiró de él hacia la primera colchoneta que había en su camino, cuya temática era de Peppa Pig*.
—Deja de quejarte, este lugar tiene su encanto. Apuesto a que vas a tener la cita más divertida de todo el programa. ¡Esto es genial!
—Te prometí que iríamos a un sitio romántico.
Y estaba claro que no había podido cumplir ni siquiera eso.
—¿Qué hay más romántico que pasar una cita pegándole patadas a una cerda? Es un sueño hecho realidad.
—Sí, estoy seguro —bromeó él—. El sueño de toda mujer, una cita con Adrien Agreste y Peppa Pig. —Puso los ojos en blanco. Al cruzársele una idea por la cabeza, se acercó más a Marinette y bajó la voz—. Mirándolo por otro lado, podemos considerarlo una práctica para cuando tengamos que pelear contra monstruos marinos.
—¡Sí, eso también! Vamos a disfrutar de nuestra única cita —casi le suplicó.
Marinette tiró sus zapatos a un lado y subió a la colchoneta sin darle opción a respuesta.
Adrien se quedó fuera un rato más, observándola dar saltos de alegría, sin poder contener una sonrisa.
No era la cita romántica que quería, pero ver a Marinette divirtiéndose de esa manera era agradable. Al menos hasta que los saltos dejaron de ser suficientes y Marinette centró toda su atención en pegarle patadas a Peppa Pig. Adrien descubrió entonces que la broma inicial no lo había sido tanto.
Previendo que rompería la colchoneta si continuaba mucho más a ese ritmo, se quitó los zapatos y se subió junto a ella para atraparla por la cintura y tirarla sobre la base del hinchable. Él cayó justo a su lado, abrazándola.
—He pensado que esa cerda necesitaba un poco de ayuda. Me da la sensación de que tienes algo de ira acumulada dentro —comentó como si nada.
— ¿Ira yo? ¡Para nada! —Hizo un gesto con la mano para quitarle esa idea de la cabeza—. Practico para los monstruos marinos. Tenemos que estar muy preparados.
—¿Sabes? Tampoco es necesario matarlos, solo tienes que lanzarles una de tus miradas y se asustarán.
—¿Perdona? —Entrecerró los ojos—. ¿Qué quieres decir con eso?
—Justo la que me estás lanzando ahora mismo... Por suerte, yo amo todas tus expresiones, incluso las de ira —aclaró con rapidez—. Y eso me lleva a pensar, que podríamos disfrutar de esta cita sin necesidad de desatar la violencia contra estos pobres animales de plástico.
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¿Quién quiere casarse con un modelo? AU Adrinette
FanfictionEl concurso del año ha llegado, esta vez con la participación de Adrien Agreste, que tendrá que convivir durante unos meses con cuatro pretendientas totalmente diferentes que se disputarán su amor. ¿Quién será la favorita de Adrien? ¿Triunfará el am...