Adrien se percató de que su primo no estaba nada contento cuando se cruzaron al día siguiente. De hecho, Félix estaba tan irritado que parecía dispuesto a saltar a la yugular de alguien en cualquier momento. Evitó soltar una carcajada.
–No sé qué has hecho, pero ni creas que te vas a salir con la tuya –advirtió Félix–. Espero que disfrutes de tu futuro matrimonio con Kagami, porque tu padre no permitirá otra boda.
–Que te vaya bien en Londres, primo –dijo en respuesta, ignorando sus palabras mordaces–. Ya te llegará la invitación. Aunque no sufriré si no quieres venir. Seguramente se te haga muy duro ver como encuentro el amor mientras tú te quedas solo.
Para su sorpresa Félix comenzó a reír con ganas.
–Si crees que la idea de echar a Marinette de la casa fue mía, me parece que tienes que revisar el mundo que te rodea. Ahora deberías irte, tienes tres preciosas chicas a las que romper el corazón.
Félix era un perfecto mentiroso. Era una persona dispuesta a culpar a los demás de sus propios errores. Pero a pesar de saber eso, Adrien no pudo evitar la sensación de incertidumbre en su interior. ¿Sería todo cosa de su padre?
No, Félix no podía envenenar sus pensamientos. Se despidió de él y se marchó de allí con rapidez, Gorila y Nathalie lo esperaban para llevarlo de vuelta a la mansión.
Nunca había esperado estar ilusionado por regresar, pero ya no veía el programa de la misma manera. Marinette le había dado una oportunidad y tenía que aprovecharla a como diera lugar.
Tras un viaje eterno en coche en el que evitó darle vueltas a las palabras de su primo, por fin llegaron a la mansión.
Las chicas lo esperaban en el lugar de siempre. Marinette, Chloe y Kagami parecían felices de reencontrarse con el verdadero Adrien, mientras que Lila simplemente se mostraba aburrida. Solo fingió una sonrisa cuando se dio cuenta de él que la observaba.
–Hola a todas. Me alegro de veros –dijo Adrien con sinceridad, mirándolas una a una el tiempo necesario–. Quiero pediros disculpas por los problemas que ocasionó Félix, no fue mi intención ni la de mi padre que las cosas sucedieran así.
–No pasa nada, Adrien –Respondió Lila con rapidez–. Te perdonamos.
–Gracias –Asintió–. Pero la verdad es que os debo más que una disculpa. Por eso os he traído un regalo a cada una.
Se quitó la mochila que llevaba al hombro y sacó el primer objeto, un colgante de plata cuyo dije simulaba una cola de zorro formada por finos diamantes. Se lo entregó a Lila.
–Gracias, Adrien. ¡Es tan bonito! ¡Creo que voy a llorar!
El chico respondió con un asentimiento. El dramatismo exagerado de Lila comenzaba a resultarle irritante.
Después pasó a Kagami. Se sentía culpable con ella, y no solo porque el regalo todavía no estuviera listo. De alguna manera era como si sus ojos marrones lo supieran.
Sacó su regalo de la mochila y se lo entregó. Era otro colgante, pero en este caso tenía un dije con forma de espada.
–Equiparán una habitación para practicar esgrima –le explicó–. Tendrás el equipamiento y todo lo necesario, no hará falta esperar a salir para tener nuestro duelo –Le guiñó un ojo–. Lamento que todavía no esté lista, quería contártelo primero.
–Gracias, Adrien. Es muy amable por tu parte.
Kagami no solía sonreír mucho, por lo que Adrien se sorprendió al verla intentarlo.
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¿Quién quiere casarse con un modelo? AU Adrinette
FanficEl concurso del año ha llegado, esta vez con la participación de Adrien Agreste, que tendrá que convivir durante unos meses con cuatro pretendientas totalmente diferentes que se disputarán su amor. ¿Quién será la favorita de Adrien? ¿Triunfará el am...