Capítulo 46

380 49 8
                                    

Tras una semana de entrevistas, clases de protocolo y sonrisas falsas, Marinette se sentía cada vez más agotada. Solamente había disfrutado la grabación en un programa infantil, y sobre todo porque, por una vez, los entrevistadores se habían preocupado por sus objetivos laborales y no por su triste vida romántica.

Tenía un último compromiso antes de disfrutar de un ansiado día libre, debía acudir a Te damos las noticias, el programa sensacionalista de Nadja Chamack. La obligaban a promocionar unas botas de cuero. Por desgracia, el tacón demasiado fino e incómodo no mejoraba su estado de ánimo.

Sentía que colapsaría en cualquier momento.

—No puedes presentarte ante Nadja con esa actitud —le dijo Nathalie mientras la acompañaba a los vestuarios—. Es uno de los programas con más éxito en todo París. Tienes que sonreír y demostrar que valoras la oportunidad que se te ha dado.

—Lo siento, no sé fingir felicidad cuando me obligan a hacerlo.

—Si quieres que esto termine pronto, tienes que esforzarte más.

—No puedo esforzarme más llevando esto en los pies. —Los señaló con una mueca—. ¿Sabes lo mucho que me duelen? Espero que a nadie se le ocurra comprarlas nunca.

Nathalie suspiró.

—La moda no siempre está hecha para ser cómoda.

—Pues alguien debería cambiar eso.

Por un breve segundo, se le pasó por la cabeza que esa persona podía ser ella. Después decidió ignorarlo.

Durante la siguiente media hora fue atendida a contra reloj por los peluqueros y maquilladores. Aunque le gustaba verse al espejo cuando terminaban con ella, pues parecía una persona completamente diferente, no mejoraba cómo se sentía por dentro.

La entrevista con Nadja empezó con preguntas sencillas sobre su vida diaria. ¿Cómo es la relación con tus padres ahora que eres una figura pública? ¿Cómo te ha sentado el cambio de vida? ¿Te especializarás en el diseño? A esta última respondió con sinceridad: no tenía ni idea. Diseñar dentro de la casa había sido inspirador, pero también había sido un juego con Adrien.

¿Se encontraba de humor para seguir haciéndolo y recordarlo a él en el proceso? No, en esos momentos no.

—¿Has podido ver vídeos tuyos en la casa, Marinette? —Preguntó Nadja sacándola de sus pensamientos.

—No me sentía demasiado bien para hacerlo —respondió—. Pero mi amiga Alya me ha contado algunas cosas. Sé que fueron momentos muy divertidos.

—Es una lástima. Habrías visto que sí soñabas con Adrien —dijo Nadja, logrando carcajadas del público.

Marinette forzó una sonrisa.

—Es como si aquellos días los hubiera vivido alguien muy diferente —reconoció.

—Desde luego, pareces alguien muy diferente a la chica que vimos en la casa. Cuéntanos más, Marinette. ¿Quién crees que sea la chica que tome tu relevo? Kagami ha apuntado fuerte, pero no olvidemos que Lila tiene muchos ases bajo la manga. ¡Es tan astuta! ¡Nos encanta a todos!

El público comenzó a abuchear, a lo que Nadja tuvo que pedir calma con la mano.

—Creo que Kagami es su mejor opción —respondió Marinette una vez que los ánimos se tranquilizaron—. Siempre ha sido la favorita, ¿no? Sospecho que sigue siéndolo.

Nadja la observó con cierta sorpresa.

—¿Kagami? ¿La favorita? Creo que tenemos conceptos diferentes de favoritismo —rio Nadja—. Pero está bien, gracias por tu sinceridad. ¿Qué le dirías a Adrien si lo tuvieras aquí? ¿Le reprocharías por quedarse en la casa después de haberte prometido que se iría contigo o le desearías suerte?

¿Quién quiere casarse con un modelo? AU AdrinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora