Cuando Marinette volvía la vista atrás y recordaba los acontecimientos que la habían llevado a ese punto casi no podía creérselo. Realmente nunca, ni en sus peores pesadillas, se habría imaginado en un concurso de la televisión "compitiendo" por el amor de un chico. Adrien Agreste, en este caso. Un modelo arrogante y superficial al que no se le había ocurrido otra cosa que participar en aquel show para encontrar pareja ¡Como si con ese rostro de ángel tuviera problemas para encontrar una!
Casi todas las mujeres de París con una edad comprendida entre los 18 y los 25 años se habían apuntado. La boda con el modelo no era el único premio, el programa también ofrecía la oportunidad de ganar cien mil euros a la chica que se esforzara más. Después de muchas rondas, pruebas de inteligencia y días de modejale, solo habían pasado a la final 16, de las que quedarían finalmente 4 para convivir durante meses con el modelo.
¿Cómo había conseguido Marinette quedar entre las 16 finalistas? Fácil, comportándose como pensaba que serían las mujeres que le gustaban a Adrien y mordiéndose la lengua para no dejar ir lo que verdaderamente pensaba. Sonreía falsamente tantas veces al día que ya comenzaba a no saber quién era, pero no podía fallar. El amor de aquel chico no podía importarle menos, pero necesitaba con urgencia el dinero.
La gala final de selección era posiblemente la más sencilla, para su suerte. Además del modelaje y la ronda de preguntas para ver qué chica conocía más del modelo, todas tenían la oportunidad de hablar durante diez minutos a solas con él. De esa manera Adrien tendría la posibilidad de escoger a una de ellas, dos más serían seleccionadas por el público, y la última por un jurado formado por la familia de Adrien.
A esas alturas Marinette había practicado con tacones lo suficiente como para no caerse en la pasarela como le había pasado durante la primera gala. Irónicamente, eso había sido lo que la había hecho avanzar, básicamente porque la gente la había considerado graciosa. Pero por supuesto no tenía ni la gracia ni el porte elegante de las demás.
Además de sus meteduras de pata también la habían salvado las rondas de preguntas, ya que a diferencia del resto ella se había dedicado en cuerpo y alma a estudiar la vida del modelo. Esa noche no fue diferente, respondió correctamente todas las preguntas que le hicieron: que Adrien tenía un gato llamado Plagg, que había perdido a su madre con trece años y que su helado favorito era el de fresa, aunque falló en la última: cómo nombraría a su hámster si lo tuviera. ¿En serio esa pregunta era legal? No tenía sentido.
–¡Y llegó la hora que todos esperábamos! ¡Vamos a proceder con la ronda silenciosa!– Dijo el presentador con voz coqueta, ganando risitas tontas por parte de las candidatas y gritos de emoción del público. Marinette rio también, intentando disimular –Cada chica tiene la oportunidad de convivir diez minutos a solas con nuestro modelo para conseguir que las seleccione, así que ya sabéis chicas, usad lo que esté en todo vuestro cuerpo.
Marinette volvió a reír falsamente acompañando a las demás, evitando hacer un gesto para vomitar. Aquel programa estaba sobrepasando su templanza más de lo que ella podía soportar.
Las chicas fueron pasando una a una a la habitación, saliendo algunas emocionadas y otras con lágrimas en los ojos. A Marinette le tocó la última por culpa de un sorteo en el que había perdido, cosa que agradecía por tener más tiempo para mentalizarse. No sabía cómo iba a ganarse al modelo si ni siquiera lo soportaba, pero tendría poner su mejor esfuerzo.
Y por fin llegó su turno. No era la favorita de los fans, por lo que no recibió aplausos cuando entró en la habitación silenciosa. Había esperado que todo estuviera a oscuras, pero no. Era una salita bastante agradable, a decir verdad, con una mesa con pasteles y dos sillones. En uno estaba Adrien, tan guapo como siempre. Marinette alejó ese pensamiento de su mente con rapidez. ¿Pero qué le pasaba? Era un idiota. Uno muy atractivo con sus ojos verdes hipnotizantes y su pelo rubio, pero un idiota.
El chico parecía cansado y disgustado de verla, por lo que no le hizo ninguna señal de que se sentara a su lado. Marinette lo hizo igualmente, tenía que aprovechar aquella oportunidad.
–¡Adriancito!– Chilló intentando imitar la voz de Chloe. Si a la rubia le funcionaba comportarse así, ¿por qué no a ella? –Estoy tan emocionada de estar aquí contigo.
–¿De verdad? Que bien– Murmuró con pocas ganas, como si estuviera cansado de estar allí –¿Marinette, verdad? Si no te importa vamos a acabar con esto pronto. Cuéntame cómo piensas conquistarme y qué cosa tan diferente a las demás me vas a aportar. Ya he recibido desnudos, sexo, luchas de esgrima y de ajedrez, maquillaje y hasta un viaje en crucero. Dime, Marinette, ¿qué me ofreces tú?
Que Adrien Agreste fuera un borde era algo que ya había asumido, pero tenía la esperanza de que al menos disimulara frente a sus conquistadoras. No obstante, la chica no perdió la sonrisa, sino que la forzó más.
–¡Pan!
Se arrepintió al instante de su impulso. ¿Pero por qué había dicho tal cosa? ¡Se supone que tenía que conquistarlo, no espantarlo en su primera charla!
–Eh... M-mis padres son panaderos. Preparan el mejor pan de París –Explicó con rapidez para dejar de quedar como una idiota. Aunque le daba la sensación de que estaba empeorando las cosas –Si me seleccionas podría ofrecerte el mejor pan que hayas probado en tu vida.
–¿Eres consciente de que podría conseguir cualquier pan con solo un chasquido de dedos?
–Deberías saber que no todos los panes son iguales– Dijo con algo de rabia. Al darse cuenta de ese detalle volvió a sonreír –Y no es lo mismo un pan cualquiera al que te puede preparar el futuro amor de tu vida.
Había intentado poner voz dulce, de verdad que sí, pero cada vez se le hacía más difícil disimular su verdadera personalidad. Comportarse como Chloe estaba bien para disimular un rato frente a los espectadores, pero ya había sobrepasado su límite. Y desde luego el modelo no ayudaba en su tarea.
–Marinette... –Comenzó Adrien, suspirando –Eres una chica preciosa, no me sorprende que hayas llegado a la final. Pero no creo que debas hacerte esperanzas ni conmigo ni con este programa. Creo que no eres lo que busco.
Esa fue la gota que colmó el vaso para la chica, que perdió su sonrisa de golpe y agarró al modelo de la solapa para acercarlo a ella.
–Mira, modelo idiota, no he aguantado todas estas semanas en este ridículo show para que tú vengas a decirme que no soy lo suficiente buena para ti. ¿Sabes qué? Tú eres el que no es bueno para mí, eres un idiota arrogante y ni en tus mejores pesadillas alguien como yo perdería su tiempo contigo– Lo soltó de golpe y se limpió las manos en el vestido como si sintiera asco de solo haberlo tocado.
Era consciente de que acababa de perder la posibilidad de participar en el programa y conseguir el dinero que necesitaba, pero desde luego no iba a tolerar más desplantes por parte de nadie, menos de ese modelo idiota. ¿Quién se creía que era?
Pese a todo, Adrien la miró con el interés que no le había prestado en toda la noche.
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Espero que os haya gustado este primer capítulo xD aquí Marinette no está loca por Adrien (por ahora) ya veremos que pasa después 😂
Y perdonad por la portada fea, lo mio no es el diseño 😂💔
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¿Quién quiere casarse con un modelo? AU Adrinette
FanfictionEl concurso del año ha llegado, esta vez con la participación de Adrien Agreste, que tendrá que convivir durante unos meses con cuatro pretendientas totalmente diferentes que se disputarán su amor. ¿Quién será la favorita de Adrien? ¿Triunfará el am...