Capítulo 5||Secretos y Paisajes

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Hay personas que llegan como una simple curiosidad y se quedan para toda una exploración...

¡Por nuestros antepasados!, diría mi madre.

Era más guapo de lo que parecía en la cafetería. Tenía ese algo que me hacía no poder quitarle la mirada de encima, lo cual hice segundos después cuando Jane terminó de saludar a los chicos y yo permanecía hipnotizada por Alec Wembley.

—Mucho gusto, soy Maia Russell —sonreí mirando a ambos.

Respondieron de igual forma y en cuanto Alec volvió a observarme mi estómago sufrió un vuelco de nervios. Joder, recordar cómo me había quedado mirándolo en la cafetería me hacía sentir abochornada.

—Enhorabuena. El desfile fue asombroso —mencionó el chico.

—¿No se conocían personalmente? —cuestionó Rebecca.

—No —rectifiqué tomando una copa de vino que me ofreció uno de los meseros—. Me comuniqué con usted —dije mirando al pelirrojo que ahora sabía era el asistente personal de Alec—, para hacer llegar la invitación al desfile, pero no teníamos el gusto.

—Escuchamos hablar mucho sobre Spell, pero aún no habíamos coincidido en ningún evento al que hayamos asistido antes —explicó Jane con calma—. Como dijiste, Rebecca, solo sabemos lo que dicen los documentales y los programas de espectáculo —acotó mi amiga.

La curiosidad se apoderó de mí y me pregunté a cuáles programas de espectáculos se refería. Lo único que sabía de Spell era que la familia había sufrido una grave pérdida años atrás en un accidente automovilístico donde fallecieron varios de sus miembros. Debido a eso Alec asumió la presidencia. Después de eso solo lo general que se sabía sobre la empresa; sus diseños eran únicos. Elegantes.

Jane y yo alguna vez asistimos a una exposición de Spell, pero tampoco lo había visto allí. Y en mis tiempos libres me la pasaba pegada a algún libro por lo que nunca prestaba demasiada atención a los programas de espectáculos.

Aunque después de ese día probablemente me pasará por alguno.

Solo por curiosidad.

—Casi siempre cosas sin fundamento —comentó Rebecca.

—Tienes razón.

La charla se prolongó por un largo rato. Pude enterarme que Rebecca y Philip eran amigos de la familia Wembley desde hace años gracias a la tía de Alec y sus hermanos —uno de ellos, padre de Alec— debido a la sociedad en ciertos negocios. De igual forma, supe que Rebecca y Phillip fueron padrinos en la boda de la tía de Alec junto a su fallecido esposo.

También me enteré que Alec estudio en Inglaterra junto al hijo de los Reynolds. Rebecca se oía muy contenta al hablar de él; según comentó solia hacer viajes fuera del país con frecjencia.

Sería su mejor regalo de cumpleaños.

(...)

Paseaba por el jardín en busca de un momento a solas. Aunque todo era hermoso y elegante, llegaba un punto en el que charlar con tantas personas y conocer otras tantas resultaba agobiante; sumando la presión que pasamos semanas atras. Solo necesitaba la comodidad de mi cama.

Prefería respirar el aire puro —y contaminación— y contemplar el bonito cielo nocturno que ofrecía la Torre —hacia frío, pero no parecía que fuera a llover—.

—En Nueva York apenas va a amanecer —murmuré mirando el reloj mundial.

Suspiré y continué caminando hasta quedar recargada de un árbol próximo a la piscina. Observé el agua cristalina, pensando en lo bonita y peligrosa que llegaba a ser para alguien como yo que no sabía nadar.

Guía del Cielo(Finalizada✅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora