Capítulo 16||Quiere a su ex

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Lo más difícil de desear olvidar es saber que no se puede olvidar...

Jane me encontró esa mañana en mi habitación durmiendo como si nada pasara. Hasta que abrí los ojos. Supo al instante que había llorado. Y se asustó.

—Por Dios. Pero, ¿Qué te ocurrió?

—Creo que me he vuelto loca, Jane —mis lágrimas volvieron a caer y presioné mis labios entre sí porque ahora más que arrepentimiento sentía cólera por mí misma—. No he aprendido nada. Nada.

—¿Qué quieres decir? —su ceño se frunció—. Ese idiota te hizo algo, ¿Verdad? Solo dime qué y lo haré pagar. Me importa una mierda cuánto poder tenga —la decisión estaba escrita en sus ojos.

No pude evitar sonreír de costado. Y esa era mi amiga. Siempre estaría dispuesta a pelear por mí. No importaba de quién se tratase. Ella no me iba a soltar.

Entre las dos era la más fuerte. La más decidida y sobre todo, a la que yo me podía aferrar porque sabía que no menospreciaria mis miedos ni mucho menos lo sensible que me sintiera.

Jane siempre tendría algo con lo que hacerme sentir mejor. Y otra veces me haría entender lo que no veía o quería ver.

—Me acosté con Alec Wembley. Pasé la noche con él —mi vista se perdía en una de las almohadas de mi cama.

—¡Pero qué buena estuvo nuestra noche! —soltó ella con una carcajada—. Mai —mi amiga puso una mano sobre la mía—. Te dije que le gustabas. Se le veía de lejos —mi pecho obtuvo una opresión tras sus palabras—. Entonces supongo que ya están juntos —sonrío—. No hay nada por lo que sentirse mal o avergonzada. Es normal tener sexo y disfrutarlo. Yo sé que no es tu estilo, pero se veía que ustedes se...

—No es así, Jane —zanjé—. Él no me quiere. No le gusto. No es recíproco. Y a mí tampoco me importa.

—No digas mentiras, Mai.

—No es así. La ilusión o lo que sea que sentía ya no existe —mi voz se quebró levemente y me sentí más tonta que antes. No quería sentirme así, odiaba eso.

—Mai. No te he presionado, pero sé que pasó algo. Y justo ahora siento que todo empeoró. ¿Qué ocurrió?

—Quiere a su ex.

—¿Qué? —lució desconcertada.

—El día en que Thomas y tú fueron al cine la pasamos increíble, Jane. Estuvimos a punto de besarnos. No voy a negarlo, estaba contenta. Sentía que cada vez que lo veía me gustaba un poco más —conté—. Fue muy atento y lindo y me dejé llevar. Cuando volvíamos él fue por dos cafés y me dejó un momento en el auto. Su teléfono comenzó a vibrar. Te juro que intente que se apagara. Pero en lugar de eso se encendió. Y apareció el chat con su ex novia. Se llamaban de forma cariñosa y se decían que se extrañaban, que se quieren —cerré mis ojos durante un par de segundos.

»Hace un año prometí que no volvería a dejar que esto pasará. Y mírame, perdí la virginidad con un idiota que todavía quiere a su ex. ¡En que lo diferencia de Carlo! —me dejé caer sobre la cama—. Soy una idiota calenturienta.

Jane me miró desde su altura sentada a mi lado y luego soltó un suspiro antes de tenderse junto a mí.

—Todos cometemos errores, Maia. No voy a justificar a Alec, pero a veces confundimos lo que sentimos. Puede que eso le esté pasando a él, quizá las cosas con su ex no fueron por donde querían y terminaron, pero aún la quiere y se aferra a eso —dijo—. Aunque él no puede ser responsable por lo que sientas. Él debería haber sido más sincero contigo —me miró de costado—. Por otra parte, no cometas el mismo error dos veces. No seas tan dura contigo misma. Sí, lo que viviste con Carlo fue muy duro. Sé que te ha dejado secuelas que aún te son difíciles de superar. Pero independientemente de todo lo que sucediera con él. Tu historia con Alec ha sido otra. Fui testigo de lo bien que se llevaban, de la confianza que crecía entre ustedes.

Guía del Cielo(Finalizada✅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora