Estúpido Cupido

Te haré popular

Narrador Omnisciente

Temari levantó la mirada y se dio cara a cara con el hombre de aquella vez.

El rostro de ambos fue de sorpresa, pero mantuvieron la cordura por estar delante de sus hijos.

Luego hablarían

— Señora buenas tardes soy Alexander hermano de Liam

— Hola mucho gusto, ¿tu vas a ser el profesor de mi hija?

Alexander asintió

— Te lo agradezco, ella es inteligente sólo que hay cosas que no entiende.

— No se preocupe.

— ¡Hola! —una adolescente de dieciséis años ojos verdes y cabello rubio largo hasta la cintura salió corriendo— Alexander yo pensé que ya no venías, hola buenas tardes —sonrió

— Buenas tardes —respondió Shikamaru asintiendo— soy el padre de Alex.

— Si, son igualitos —respondió— ¿entramos? —preguntó mirando a su "amigo"

— Si... papá —giró a verlo— yo te aviso cuando esté yendo a la casa con Liam.

— ¡Papá nos vemos! —gritó Liam siendo jalado por su amigo para entrar a la casa

— Li... —suspiró— lo siento

— No te preocupes... Samantha lleva a tu amigo a la sala creo que ahí has puesto tus cosas.

Samantha asintió y le hizo una señal a su "amigo" para que entre con ella.

Shikamaru dio dos pasos con las manos en los bolsillos listo para las preguntas acusadoras de su colega.

— Así que ellos son tus hijos...

— Si.

— Muy educados, seguro su madre se encargó de criarlos bien porque lo que eres tú no tienes principios

Shikamaru no respondió y sólo continuó mirándola

— ¿No piensas responderme?

— No creo que entiendas —Shikamaru estaba por irse pero la indignación lo hizo detenerse y mirarla— ¿sabes porqué perdiste el caso desde antes de entrar a esa audiencia?

— ¡¿Qué?!

— ¿No lo sabes verdad?

— No lo sé instrúyeme —respondió alturada

— Pues porque te dejas llevar por las apariencias y por lo que ves por fuera... Supones y crees saber la verdad pero no sabes nada.

Temari bajó una grada de su casa enojada.

— Sabías que tu clienta llamó a mi cliente suplicándole volver ¿Porqué crees que accedió conversar con él? Si de verdad hubiese estado segura y se hubiese mantenido firme nunca lo hubiese hecho, hizo algo sin consultártelo como su abogada que eres y tú le creíste ciegamente

— ¡Él le fue infiel!

— Y ella lo perdonó, fin de la historia, ni a ti ni a mi nos debe importar sus razones pero ella lo perdonó... le sugerí a mi cliente cortar la llamada y luego acordamos que ese día la convenza de retirar la denuncia algo que no le tomó mucho tiempo.

— No me importa si perdí o no, yo estaba en lo correcto, tu cliente se porto mal con ella.

— Nosotros somos abogados, defendemos personas no causas, si tu clienta quiere seguir siendo engañada es porque ha sido su decisión y con pleno conocimiento de causa... no romantices la profesión, somos abogados no jueces y menos psicólogos, aquí ganan los que tienen mejor estrategia no la real víctima