Estúpido Cupido

La madre de mis hijos

Narra Shikamaru

No pude contestarle de inmediato y menos girar a verla.

Simplemente me quedé ahí de espaldas a un pasado que había regresado y que no podía evitar.

— Por favor necesitamos hablar —la escuché caminar— yo sé que no tengo derecho a que me escuches pero necesito explicarte por lo menos a ti y luego tú decidirás si puedo o no ver a mis hijos

Me di vuelta y ella estaba a escasos metros

— ¿Que te hace pensar que dejaré que los veas? —ella me miró a los ojos— ayer fue cumpleaños de Liam

— Lo sé —se acercó más— lo sé y yo vine pero vi una fiesta y bastantes personas... no me atreví a presentarme

— Es lo mejor que pudiste haber hecho después de irte.

Ella asintió sin responder y mi teléfono empezó a sonar.

Lo saqué y era mi jefe

— Mierda... —conteste

📱Señor Amuruz dígame —me giré para no verla

📱Hola, te estamos esperando

📱Si, estaba por ir pero tengo un inconveniente....

📱¿Sucedió algo malo... tu hijos? Si necesitas unas horas no hay problema

📱No mis hijos están bien, iré lo más pronto posible discúlpeme y gracias por entender.... Adiós.

Colgué la llamada me fije en la hora y en la batería de mi celular que estaba a punto de morirse.

— Súbete —dije dándome la vuelta a mi auto— vamos hablar pero no aquí, no quiero que mis hijos te vean.

Ella caminó y entró al auto.

Me apuré en salir de ahí y dar la vuelta por otra calle, por la hora mis hijos ya han salido de la escuela y deben estar camino a casa y agradezco que se hayan demorado porque de no ser así la hubiesen encontrado.

Me detuve en rojo y cargué mi celular en el auto.

— ¿A que hora salen de la escuela? —preguntó rompiendo el silencio

— ¿Porqué regresaste? —volvi a conducir— ¿Porqué ahora? ¿Porqué después de tantos años?

— Los extrañaba —me miró, sentí su mirada pero yo seguí conduciendo— yo los he extrañado todo este tiempo pero nunca supe como regresar hasta hoy que me di valor.

No le creí ni una palabra

— ¿Cuáles son tus intenciones al venir?

— ¿A dónde vamos? —miró a todos lados

— A tomar un café —la miré— ¿tienes miedo de mi? Yo nunca te he puesto un dedo encima.

— Yo lo sé y no pienses eso por favor lo dije porque pensé que podíamos ir a dónde me estoy quedando, comparto el cuarto con una compañera de trabajo y ella esta trabajando, podríamos hablar tranquilos sin que nadie nos moleste.

— El café esta bien y no tengo mucho tiempo, debo regresar a trabajar

— Esta bien... sólo fue una sugerencia

Continué conduciendo y cuando estaba por estacionarme mi celular empezó a sonar, su fotografía con la palabra "Amor" parpadeaba en la pantalla

Ella sin disimular miró mi teléfono.