Bianca Lindley

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Felipe conducía y Alex esperaba por la pregunta que el padre de Bianca no se animaba hacer

El carraspeo de garganta de Felipe lo hizo dejar su celular.

— A estas alturas debes saber que soy papá de Kimberly y Bianca —Alex asintió— mis dos hijas están enamoradas de ti y sales con una de ellas

— Kimi es mi amiga, ella y yo nunca salimos

— Pero creo que se besaron en su fiesta de cumpleaños —se miraron— ¿fue así?

Alex no respondió y miró la ventana

— Entonces si hubo algo

— Mi padre me enseñó a no hablar sobre la honra de ninguna mujer pero ya que también es padre de Bianca debo responder —Felipe lo miró serio— Kimi me besó sin mi consentimiento y muchos de nuestro salón lo saben, lamento responder pero no quiero que piense que juego con las mujeres porque no soy ese tipo de persona.

Felipe asintió y regresó su vista al frente

— Me disculpo si te molestó mi pregunta

— No me molesta, decir la verdad no debe molestar ni incomodar, me molestan más otras cosas —dijo esto último mirándolo a los ojos para luego mirar a la ventana

Felipe ya no pregunto más y continuó manejando hasta que llegaron a casa de los padres de Alex.

— Gracias por traerme —Felipe asintió y también se quitó el cinturón de seguridad

— Podría pedirte un favor —Alex se detuvo cuando iba salir de la camioneta— no le cuentes a Bianca que me viste así

Alex asintió

— No le diré

— Gracias

Ambos salieron de la camioneta y caminaron a la puerta, la luz de la sala estaba encendida, Temari lo estaba esperando.

La puerta se abrió y Alex caminó para abrazar a su madre

— Má —la abrazó

— Mi niño precioso —lo lleno de besos

— Buenas noches Señora —Felipe se acercó y Temari se sorprendió al ver su rostro, tenía arañones en el cuello y un par con sangre.

— Buenas noches, pase —se hizo a un lado— mi amor ve acostarte, mañana hay escuela

Alex asintió y giró para mirar a Felipe

— Buenas noches señor y gracias por traerme —dijo bastante serio algo que su madre notó

— No hay problema...

Alex caminó y subió las escaleras mientras su madre retrocedió invitando a pasar a Felipe, quién ingresó y caminó a la sala con ella.




Alex subió a su habitación y de inmediato Sami entró detrás de él.

— Sami estoy cansado vete

— Ay pero porque estas de mal humor si tú nunca me botas —se metió a la cama restándole importancia a las palabras de su hermano.

— El padre de Bianca y Kimi me trajo a la casa —Sami abrió los ojos— vino hablar con mamá

— ¿Con mamá? —Alex asintió— ¿Y para qué?

— No sé pero el Señor tiene el rostro y el cuello arañado

— ¡¿Qué?! —gritó

— Cállate —Sami se tapó la boca— me pidió que no le cuente a Bianca que lo vi así porque ella no lo ha visto

Estúpido CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora