Samantha

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Narra Samantha


⏰Lunes 6:30am


Me senté en la cama porque ya no podía continuar echada, la verdad es que la cabeza me dolía y los ojos me ardían de tanto llorar.

Me puse mi uniforme y bajé al comedor con mi mochila en el hombro, mi madre estaba aún en pijama, raro en ella ya que a esta hora usualmente está cambiada.

— Buenos días mamá —saludé sentándome en la silla, después de la bofetada no volvimos hablar

— Hola buenos días —respondió con una semi sonrisa— ten —dijo poniendo el desayuno en la mesa como todos los días— Samantha hoy no vendrá Carol porque tiene cita en el hospital ¿Puedes venir con Toni a la casa o paso por ustedes?

¿Qué no pensaba ir a trabajar?

— Yo puedo venir con él.

Ella asintió y luego subió a apurar a mi hermano que seguramente estaba adormitado.

No sé como definir el comportamiento de mamá, la veo "normal" pero ayer lloraba desconsolada en los brazos del Señor Nara. También lloró por muchas horas en la sala, lo sé porque la escuché desde la escalera.

Ella dijo amarlo y él también se lo dijo pero...

¿Será verdad que papá le dijo eso? ¿Será verdad que papá mandó al Señor Nara para hacerle compañía?

No sé que creer... yo simplemente no sé.

Jugué con mis huevos revueltos y pensé si de verdad era egoísta tal y como dijo Alex en su mensaje... Alex

Me levanté y fui a la sala en busca de la caja que su padre había dejado.

Cogí las cosas y mis ojos se aguaron cuándo vi el gorro que le había regalado, le regalé un gorro color negro para que lo usara ya que cuándo le corté el cabello se sentía incómodo.

Lo usó el día de la madre, todavía guarda su perfume... no tenía que terminar así Alex, ¿porqué no me lo dijiste? ¿Qué no éramos amigos?... Eras mi amigo.

Mi hermano...

Sequé mis lágrimas rápidamente cuándo escuché que mi hermano bajaba corriendo

— Sami mamá está pidiendo un Uber, no nos puede dejar.

— ¿Está cambiándose para salir?

— No, está doblando la ropa que lavaron ayer.

Miré las escaleras y mi hermano fue al comedor a coger su lonchera.

Cogí la caja y subí las escaleras pasando por la habitación de mamá deteniéndome en su puerta.

— ¿Mamá? ¿No vas a llevarnos a la escuela?

— No porque el auto se chanto y estoy esperando a tu tío para que lo revise —me miró rápidamente y mi estómago se hundió al verla con los ojos rojos, abajo no la vi así, tal parece que había llorado otra vez— me disculpo por no llevarlos, —dijo— mañana los dejo —miró su celular— ya llegó su Uber baja que ellos no esperan.

Mamá salió de su habitación bajando las escaleras y yo sentí escalofríos de ver a mamá de esa forma.

Actuaba normal o trataba pero la verdad es que no estaba bien.

— ¡Samantha! —gritó desde abajo

Yo me moví dejando la caja en mi cama y luego bajé corriendo las escaleras.

Estúpido CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora