Estúpido Cupido

Eric

Narra Shikamaru

⏰Martes 7:48am

Conducía escuchando regueaton, desde el celular de mi hija, este auto no tiene Bluetooth.

— Cierto, olvidé decirte que me aceptaron

Busqué los ojos de mi hijo

— ¿Te aceptaron? ¿En Cambridge? —asintió mirándome por el retrovisor— ¿pero porqué no me lo habías dicho?

— Es que me lo dijeron ayer y con todo lo que pasó... mamá lo sabe y ella tiene el sobre que me dieron, la directora dice que ella debe entregarte algunos papeles pero que tú o ella deben ir —miré a mi hijo nuevamente— agradezco no le hayas dado sus datos de ubicación sino la llamaban.

— Pero Pollito nosotros tenemos el celular, se lo di a papá

— Su madre tiene el celular, —sentí la mirada de ambos— se lo di ayer en la noche y ella no me comentó nada... la verdad es que hablamos de otras cosas, voy aprovechar que hablo lo de Liam para ver lo tuyo.

— Si Liam no viene yo porque tengo que venir

Mi Toni estaba algo resentido y no lo culpo, de ver que Liam no va asistir él tampoco quiere venir.

— Tu hermano necesita ayuda —mis hijos guardaron silencio y Samantha apagó la canción— Liam está muy afectado con todo lo que ha pasado y tiene miedo de que ella le haga daño a su madre y él siente que debe cuidarla.

— ¿Pero y si de verdad regresa y le pega a mamá otra vez?

— Eso no va pasar Toni, ella está en un lugar donde no puede dañar a nadie —me estacioné una cuadra antes de llegar y volteé a mirarlos— se que Liam está huraño incluso con ustedes pero les pido que le tengan paciencia, mañana va ir al psicólogo para que lo ayude a dejar de tener miedo.

— A mi me habla poquito —confesó

— Al menos eres uno de los privilegiados, —Toni sonrió— solo te habla a ti y a su madre, yo sé que te sientes relegado pero no es a propósito, para mi y para tu madre los cuatro son iguales pero en estos momentos Liam necesita de todos porque no la está pasando bien, y como familia debemos apoyar al que lo necesita.

— Me encantas Pá —dijo mi hija sonriéndome— entre todos lo vamos a cuidar

— Yo voy a copiar todo para que Liam no se atrase

— Te lo agradezco, eres un buen hermano, todos ustedes lo son.

Toni se levantó y me abrazó, de los cuatro este diablito es el más cariñoso.

— Bueno a clases y antes que me olvide, propinas.

Saqué mi billetera y les entregué dinero a los mayores.

— ¿Es en serio? —me miró— ¿Y esto cuanto me debe durar?

— Una semana, no lo sé depende de tus gastos pero creo que deberías empezar a ahorrar —mi hija asintió mirándome— Alex ahorra y en el caso de Liam yo meto su propina en su chanchito todos los lunes y él no lo toca, yo les daré las propinas todos los lunes en la mañana o domingo en la noche.

— Liam es recontra duro, no saca ni para un caramelo, ya tiene dos chanchitos llenos, parece el duende con su ollita de oro

Samantha miró a su hermano y yo asentí porque era cierto, Liam es súper avaro.

No le gusta gastar.

— Con lo que me daba mamá no podía ahorrar.

— Samantha siempre se puede ahorrar, sólo es cuestión de que priorices gastos.