Mamá y Papá

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Narrador Omnisciente


⏰8:20pm


Temari y ahora sus hijos se encontraban llenando las sorpresas en la sala mientras veían Spiderman en la televisión.

— Toni te estoy viendo —dijo Temari— a ti también Liam... ¿dónde están los chocolates y los chupetines que estaban en la mesa?

Ambos niños se miraron y luego miraron a Temari

— No se escondan las cosas que va faltar —los niños miraron a Sami— yo separé todo y esta contado, también faltan galletas

Temari suspiró

— Muéstrenme sus bolsillos —pidió Temari mirando a los niños que seguían callados sin moverse— ¿ya? Sus bolsillos.

Los niños se miraron por tercera vez y empezaron a sacar los dulces de sus bolsillos

— ¡Pero mira que guardarse las cosas! —gritó Sami— se pasan, Mamá dijo que era para la fiesta

— Pero tu te comiste un caramelo de la piñata —acusó Liam— Alex también se comió un chocolate y Mamá Tema no les dijo nada

— Pero ustedes tienen mas de diez dulces en sus bolsillos ni robar saben

— ¡Samantha! ¿Porqué les dices eso?

— Mamá es que hasta para eso hay que ser inteligentes —respondió

— Nada de inteligentes —miró a los niños— yo les dije a ustedes dos que todo ya estaba separado para que todas las sorpresas tengan lo mismo y ahora faltan once sorpresas y no está completo lo que debe llevar.

Liam se acercó y le entregó lo que guardó en sus bolsillos, Toni también se acercó

— ¿Eso es todo? —Liam asintió— Toni faltan tres chocolates...

— Es que le di dos a Alex porque ya no quería verlo triste...

Alex sonrió y Temari miró a su hijo

— Me encanta que quieras verlo feliz —él niño sonrió— pero eso no justifica que se guarden las cosas sobretodo cuándo ya les había dicho que todo estaba separado y contado

— ¿Me vas a castigar?

Temari negó con la cabeza

— No porque tu intención aunque equivocada fue buena, igual no se escondan las cosas, si quieren comer pidan, yo tengo guardada cajas con dulces para la mesa de ahí podría darles un par.

— ¿Nos das chocolatitos? —preguntó Liam

— Después de cenar —le sonrió

— Ya tengo hambre —dijo Sami— ¿A que hora viene papá Pollito?

— Ya está viniendo —respondió su madre— es viernes y había cola en Papa Johns, me dijo que estaba en veinte o lo que demore en llegar.

— ¿Va traer soda? —preguntó Alex

— Si, va traer una familiar

El sonido del garage abriéndose hizo que Liam gritara.

— ¡Es mi papá! ¡Vamos! —le dijo a Toni jalándolo del polo.

Los niños salieron corriendo por el comedor a la puerta que conectaba con el garage

— Lo invocamos —dijo Sami— que bueno porque escucho la tripa de Pollito

Alex se empezó a reír

— Eso les pasa por comer hamburguesas y no comida de verdad, ustedes dos comen demasiadas papas fritas y eso no es comida.

Estúpido CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora