Solo los seis

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Narrador Omnisciente



Hotel 🏨

⏰Miércoles 5:24pm

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⏰Miércoles 5:24pm


Temari daba besos cariñosos en el pecho de Shikamaru mientras él delineaba su espalda con sus dedos.

— ¿Porqué tan callado? —preguntó levantando su cabeza para verlo— ¿sucede algo?

— Sentiste que me pasaba algo hace un rato.

— No —sonrió y él bajó su cabeza para besarla cariñosamente— todo muy bien amor... fantásticamente bien —suspiró

— Que bueno... pero todavía no terminamos, todavía tengo ganas de ti.

Temari y Shikamaru se besaron nuevamente mientras acomodaban sus cuerpos para encajar nuevamente.

Shikamaru entró en ella moviéndose despacio para luego coger ritmo.

Sus embestidas hacían delirar a Temari, la sensación que causaba en su cuerpo era mas que agradable.

— Me encantas... lo haces más que bien

— Me gusta que lo disfrutes... también me gusta tu calor

Shikamaru aumentó el ritmo haciendo que la mezcla de sus suspiros y gemidos rezonen en la habitación

Las uñas de Temari clavadas en la espalda de Shikamaru lo hacían perder la cordura llevándolo a un abismo de pasión incontrolable.

— ¡Ahhhh! —gruñó

Shikamaru tenía sus pechos a su merced, la humedad de su lengua juguetona tenían los pesones de Temari duros y rojos.

Los lamía y jalaba una y otra vez, era adictivo.

La humedad de ella facilitaba el rápido vaivén al que estaba siendo sometida

Los jadeos guturales que emitía su garganta eran música para los oídos de ella, era corroborar que él también estaba tan extasiado como ella.

— Cabalgame —suplicó— quiero verte moverte encima mio.

Ambos se miraron y se besaron girando sus cuerpos hasta que ella quedó encima de él

Temari flexiono sus rodillas sin salirse y levanto ligeramente su pelvis para acomodarse mejor.

El choque de sus sexos los llevó a ambos a cerrar los ojos disfrutando la sensación.

Aún así Shikamaru trató de mantener sus ojos abiertos, verla encima de él y como rebotaban sus pechos luego de cada impacto, lo llevaban a perder la razón.

Ambos gemían y jadeaban debido al compás de los brincos de ella

— Ahhh.... Dios... que rico se siente

Estúpido CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora