Temari y Shikamaru como padres solteros con hijos, quienes a lo largo de la historia irán conociéndose y aportando a su vida cosas que le hacen falta al otro.
Sin olvidar que los hijos y una ex pareja juega un papel importante en la posible relació...
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Narra Temari
Nunca imaginé casarme por segunda vez en mi vida, la primera vez Itachi y yo no tuvimos luna de miel, no teníamos dinero para eso por priorizar la boda y las cosas para Samantha, esa vez tenía cinco meses de embarazo aunque si más no recuerdo mi pancita no era tan grande, casi no se me notaba.
Ahora camino de la mano de mi esposo de regreso a nuestra habitación para tener nuestra noche de bodas.
Entramos al ascensor y apretamos el botón ocho, nosotros nos hospedábamos en el piso ocho y nuestros hijos y Carol en el cuarto.
— Espera cierra los ojos —dijo mi ahora esposo cuando llegamos a la puerta y yo obedecí— no los abras hasta que yo te lo diga
Asentí y me dejé guiar, caminé hasta cierto punto, luego sentí que me soltó y también escuché que cerró la puerta
— ¿Ya puedo abrirlos? —pregunté manteniendo mis ojos cerrados hasta que sentí que me abrazo por detrás y beso mi cuello.
— Si, ya ábrelos despacio
Abrí mis ojos y la habitación se había transformado en una muy diferente a como la había dejado cuando me fui.
Habían pétalos rojos en el piso y también al medio de la cama formando un corazón.
Sin contar las velas aromáticas que alumbraban la habitación, olía riquísimo.
— Lo que has hecho es por demás lindo, de verdad no me lo esperaba
— ¿porqué no? —me dio otro beso en el cuello para luego jugar con su nariz en el— quiero dártelo todo ya te lo he dicho y ahora que eres mi esposa con mucha más razón
— Yo también quiero dártelo todo —él sonrió cachondo y yo le di un corto beso— quiero que seamos así en los años
— Así será linda, te lo prometo
Nos besamos como sólo lo hacemos en nuestra intimidad, sus manos bajaron morbosamente por mis glúteos apretándolos con rudeza.
Gemí.
Soltó mi trasero y subió su mano derecha a mis seno amasándolo
— Espera, espera amor —me miró sorprendido— tengo algo que quiero ponerme para ti
— No te pongas nada, así estas bien
Volvió a besarme pero esta vez me empujaba para caminar conmigo a la cama.
Quería hacerme el amor a como diera lugar.
— Amor no, —corté el beso— quiero ponerme algo
Lo vi respirar hondo tratando de calmar sus impulsos
