Estúpido Cupido

Gracias por ser mi amiga

Narra Temari

Alex se alejó caminando y yo ya no podía sentirme peor.

Mi hija se había enterado de la peor forma y lo peor fue que salió lastimado el hijo del hombre que amo.

Un chico bueno que guardó el secreto por cuidar a su padre y a mi.

— Me gustaría acompañarte pero debo hablar con Alex

— Ve, no tienes ni que decirlo

Nos despedimos moviendo la mano y cada uno fue en dirección contraria.

Caminé rápido a mi casa y mi hijo me recibió en las escaleras

— ¡Mamá! —miré a mi hijo— Sami está llorando está encerrada en su habitación y no me abre.

— Toni hijito ve a tu habitación yo voy mas tarde ¿si? ten —le entregué las bolsas con golosinas y subí con mi hijo las escaleras

Toni entró a su habitación cerrando la puerta y yo toqué la puerta de mi hija.

— ¡Samantha! —llamé detrás de la puerta tocando— ¡Samantha abre la puerta!

Mi hija no abría por lo que fui a mi habitación buscando la llave en mi cajón.

Regresé y cuándo pensaba introducir la llave esta ya estaba abierta.

La puerta estaba junta y lentamente empujé y entre.

Mi hija estaba sentada en su cama mirándome y yo me limité a caminar hasta la mitad de la habitación

— Samantha...

— ¿Porqué me engañaste? —preguntó seria— hiciste que pensara que era tu amigo que yo le tuviese confianza para meterlo a casa a ocupar el lugar de mi padre.

— Yo nunca quise hacer eso

— ¡Mentira! ¡Eres una mentirosa! —ella gritaba y llevaba sus manos a la cabeza— ¡No te creo!

— Samantha escúchame —me acerqué— yo me enamoré de Shikamaru pero nunca he pretendido hacer que lo veas como un padre y él tampoco... él nunca ha pretendido borrar el recuerdo de tu padre de mi corazón, él me dijo que podía compartirlo con él.

— ¿Entonces que quiere? —se paró de la cama y empezó a caminar— ¿entonces que es lo que tu quieres?

— Yo quiero un compañero a mi lado y él es un buen hombre

— ¿Un compañero? —preguntó acercándose— ¿Sabes que siento Mamá? Que quieres un hombre... eres joven, bonita, quieres un hombre como si fueras una mujer sola sin hijos, como si fueras una...

La abofetee... es la primera vez que lo hago pero no podía dejarla terminar algo de lo que estoy segura se arrepentiría después

— Nunca te lo voy a perdonar —lloré porque sus ojos nunca me habían mirado de esa forma— lo prefieres a él antes que a nosotros... tus hijos, papá.

— Yo jamás pondría a nadie por encima de ustedes y tu padre Samantha... tu padre y yo fuimos muy felices, nos amamos mucho y aunque no lo creas no hay día que no lo recuerde  —ella me miraba llorando— lo conocí tan bien que estoy segura de que está tranquilo de verme feliz al lado de un hombre bueno como él... pero no te preocupes porque hoy mismo terminaré con él y no lo haré por ti, lo haré porque ni él ni sus hijos merecen tu insulto.

Mi hija continuó llorando y yo simplemente salí de su habitación.

Entré a mi habitación y me desplomé, me senté en mi cama y lloré tratando de ahogar mi llanto para no preocupar a mi hijo, debía hablar con él y explicarle todo.