Prueba

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Eeva

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Eeva

El caos se exparse por cada rincón, el mundo oscurece borrando la luz que existe en el universo con su arraigado manto, las ordás se acerca dispuestas a cazar cualquier alma viva, el olor a sangre y cenizas se arraiga a mi nariz como la caricia de bienvenida que los muertos me dan, sus manos se prensan con tanta fuerza a mis extremidades a punto de desmembrarme, sus cuerpos putrefactos pesan dejandome a punto de desfallecer cuando finalmente el estallido ocurre frente a mis ojos, el cielo azul se cubre en un tono carmesí hasta apagarse en la nada.

El grito arde en mi garganta quemandome por dentro igual al carbón.

Saltó de la cama y Sigrid se avalanza sobre mí resguadandome entre sus brazos, mientras continúo temblando jamás había soñado algo así, era real, oscuro, tenebroso como ninguna otra cosa antes.

—Conejita ¿Qué sucedió? Habla Eeva.

—Era una pesadilla, una pesadilla. Digo una y otra vez queriendo convencerme de ello con todas mis fuerzas, ese sueño era una locura, una espantosa pesadilla imposible.

Al darme cuenta puedo ver a las siete rodeandome en la habitación, Heith me revisa la frente aún dándose cuenta del espantó marcado en mi cara.

—Si serás promiscua ¿Con qué necesidad saltaste a la arena eh? Sólo por qué Thor lo pidió.

—No, sólo quise participar también, creí que sería una competencia justa, pero me enfurecí cuando ví lo que estaban por hacer.

—Usar tú magia para un evento deportivo frente a miles, si fue muy sabio de tú parte.

—Lo siento. Heith mantiene su mirada autoritaria sin perdonarme.

—Me encantaría que fuera tan sencillo Eeva pero no lo es, fuiste muy lejos. Mi otra tutora se remueve en la silla con esa risa burlona.

—Como siempre en realidad.

—No la alientes Sigrid. Dice de mal tono mi maestra de artes místicas, pero eso no es suficiente contra el temperamento de una Valquiria sobre todo ella.

—Mi tarea fue entrenarla, volverla fuerte con la voluntad para enfrentar desafíos asíque discúlpame sino estoy de acuerdo contigo Heith. Se da la vuelta quedando cara a cara.

—¡Tú viste lo que pasó! No fue un juego, la tierra se abrió y un espectro emergió tomando a ese Lindworm como huésped para atacarla, gracias al universo no estaba sola y pudimos sacarla a tiempo.

—¿Un espectro? ¿Cómo que un espectro?—Las observó a ambas esperando una respuesta de alguien.

—Sabes bien lo que significa Eeva, no te desentiendas del asunto... la puerta se está rompiendo, Hela está intentando emerger ahora tú padre como sus hechiceros están buscando reforzar la magia que la contiene.

EevaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora