Justas

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Eeva

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Eeva

Parte 2

Finalmente tras una semana de espera el ansiado día llega para todo el pueblo como para mi padre; las damas de mi madre se ven en la obligación de ayudar a cambiarme con el vestido hecho con hilos de seda colocan los accesorios finales sobre mis hombros, dejando para lo último el collar de diamentes como la pulsera, una sola de ellas tiene el valor para hablar pidiéndome quitarme el anillo de esmeralda de la mano ya que no poseía sincronía con los colores de mi ropa así como tampoco sería "decoroso" que el premio de este torneo de Justas llevará en su dedo anular el anillo entregado por otro hombre. Pero como no quiero congraciar con Odín ni ganarme su estima dejo allí la joya como mi mejor arma para que todo el mundo la vea, podrá destacarse con mayor oposición en la gama de colores que poseo así les quedará claro a cada uno de esos bárbaros que nunca les voy a pertenecer.

Hago el recorrido hasta el palco del estadio seguida por dos acompañantes de mi madre y la guardia real que Odín envío a buscarme, subo encontrando a mis padres como a las Valquirias mientras el público victorea ferviente mi llegada. La sangre me hierve con sólo verlo extender su mano hacia mí pidiendome acercarme hasta su lado dejandome ver las hileras de hombres allí abajo surgidos de todas las naciones incluso Naven de Muspellheim está allí abajo dispuesto a combatir, me duele pensarlo pero al final Loki tenía razón no todo el mundo era completamente bueno, aún siendo mi amigo de años estaba allí no porque me amará sino por el deseo que causaba el trono de Asgard en todos.

Notó hacia abajo a cada uno de ellos, eran muy diferentes uno del otro algunos más altos y otros más bajos mientras en esa inagotable fila de desconocidos veo a Thor luciendo orgulloso su casco alado mientras en su mano descansa el Mjolnir listo para pelear.

—Hijo mío ¿Qué haces allí?—El ceño de padre se frunce de coraje pero mi hermano sólo le responde con una gigantesca sonrisa.

—Participare en el desafío Padre, según tu misiva todos los herederos de los reinos pueden combatir.

—Eres su hermano Thor.

—Y estoy orgulloso de eso, pero no me casaré, sólo defenderé la mano de mi hermana sobre un matrimonio que no quiere.— La sonrisa se forma alta e imposible en mi rostro de ocultar acercándome al borde del balcón.

—Enseñales hermano quién es el mejor guerrero. —Alza el Mjolnir alto y lo aplaudo desde mi lugar viendo la fila de hombres necios capaces de enfrentarse al pequeño "gigante rubio".

—Señores les pido por su propio bien regresen a casa antes de iniciar cualquier locura...nadie merece que se derrame sangre en su nombre...pero si su necedad es mayor que mis palabras, sólo les pido que preserven su vida.— Mis palabras no alcanzan para sus corazones cegados de ambiciones y deseos de poder permaneciendo inmóviles en su lugar.

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